Una voz menorquina en la Gran Vía de Madrid: Judit Uris

Y sin duda lo es en el marco de un campo artístico que cada vez  goza de una mayor popularidad y que se ha convertido en uno de los grandes reclamos turísticos de la capital dentro de la oferta cultural. «Cuando voy a trabajar paso al lado de las producciones más grandes, ‘El Rey León', ‘Mamma Mia', ‘Los puentes de Madison', teatros que está a un minuto del Arlequín», relata la cantante y también actriz.

El año pasado Uris se instaló en Madrid para hacer un curso de teatro musical, y poco después la llamaron para que participara en el casting de «A quién le importa». La prueba salió bien y desde septiembre forma parte del equipo de este musical, que gracias al éxito de público se encuentra ya embarcado en su tercera temporada. Estamos hablando de un montaje ambientado en el Madrid de los años 80 y 90, especialmente en la época de La Movida, con un arsenal de hits en su repertorio.

¿La historia? Tres amigos, el Pupas, el Friki y la Puri  (Uris),  quieren volver a montar una banda de música y para encontrar al cuarto componente preparan un casting en un teatro. Allí van probando a varios candidatos hasta que aparece La Rizos, que es la elegida para tocar la batería.

«La Puri es una chica muy risueña a quien le apasiona la música y quiere ser famosa con su grupo, viajar y conocer mundo», relata la menorquina cuando habla de un personaje con quien encuentra ciertos paralelismo si se compara con ella misma. Con tan solo 24 años, la artista siempre ha tenido claro que lo de la actuación era lo suyo. No en vano, cuanto tenía 16 se alzó en la Isla como triunfadora del talent show «Tu sí que pots».

Desde entonces, no ha dejado de ir dando significativos pasos para afianzar su carrera. Un proyecto que ahora defiende micrófono en mano cantando himnos tan conocidos como «Las chicas son guerreras», la popular canción de Coz que entona en el tramo final    del espectáculo; o el «Bienvenidos» de Miguel Ríos.

El montaje, cuyo título coincide con el éxito de Alaska y Dinarama, todo un canto a la libertad personal, se nutre de una estética pop «para dar vida a una comedia muy divertida, en la que continuamente hacemos gags buscando la risa del público, con quien interactuamos mucho», explica Uris.

Un espectáculo que supone un viaje musical por el final del siglo pasado, reflejando toda la efervescencia de la época, y que se prolonga durante ochenta frenéticos minutos. El montaje, que cuenta con Cari Antón como directora, se representa cada semana de viernes a domingo y por el momento tiene garantizada su presencia en el Teatro Arlequín hasta el próximo 9 de abril. «La música, no solamente es un acto artístico, es tradición oral que pasa de generación en generación», destacan los promotores del espectáculo.