La Menorca mágica de Pau Faner salta al teatro

El título de la misma es «1972» y de la dramaturgia, dirección e interpretación se ha encargado el también menorquín Josep Mercadal, que comparte escenario con la actriz mallorquina Neus Cortès. «Esa obra fue el resurgimiento de la literatura menorquina», explica Mercadal, «abrió la puerta y motivó a muchos jóvenes a que escribieran en catalán en aquel tiempo todavía franquista».

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El dramaturgo ha recogido la esencia de los cuentos y ello se ha traducido en una interpretación personal «muy clara», asegura. Para él, «Contes menorquines» tiene que ver con «el sentimiento de paraíso perdido en un momento en el que ya se comenzaba a construir de una manera bastante agresiva en las playas vírgenes de Menorca».Por otra parte, habla del «ansia de contacto con lo foráneo», lo que a juicio del dramaturgo supone una paradoja muy interesante: «Por un lado queremos defender la naturaleza y la pureza de nuestra Isla, pero por otra no queremos quedarnos estancados».

Sobre esa base se construye «1972», título que se ha elegido para enmarcar la obra de Faner en un contexto temporal. Un montaje que se representó ayer por primera vez en la Plaça Constitución de Maó y que recoge «la esencia de la Menorca mágica, del realismo mágico, la de las rondallas» para trasladarla en el tiempo «hacia la modernidad de las vanguardias de los años 70».En definitiva, una fusión de modernidad y tradición de la que se obtiene como resultado «una mezcla muy potente y atractiva», concluye Mercadal.