El bajo barítono menorquín Simón Orfila interpreta el papel de Escamillo, el torero que encandila a Carmen y que provoca los celos de Don José, interpretados por Nancy Fabiola y Aquiles Machado, respectivamente.
Usted interpreta a Escamillo, un personaje al que ya ha dado vida en varias ocasiones, pero es la primera vez que lo hace en Maó.
- En efecto, en Maó será la primera vez. En los dos últimos años lo he interpretado en tres ocasiones. Debuté con este personaje en Bogotá, después lo interpreté en la Ópera de Berlín y posteriormente en la Ópera de Roma. Ya me lo habían ofrecido, pero no lo había aceptado por cuestiones de edad y condiciones vocales.
Es un personaje que domina.
- Sí, ya lo represento donde me lo ofrecen y, además, estoy encantado de interpretarlo en la Isla, con mi gente, es un personaje que me gusta mucho.
¿Cómo definiría a Escamillo?
-Es un torero, un poco chulo, que engatusa a Carmen y, con ello, pone muy celoso a Don José, que lo interpreta el tenor. También es cierto que ella se deja llevar por el éxito que tiene el torero.
Dentro de su trayectoria artística, ¿qué representa este personaje?
-Se trata de un personaje que había visto hacerlo a mis ídolos, un papel que esperaba con mucha ilusión desde hace tiempo, que va hacia la ópera dramática. Es un papel de bajo barítono que también interpretan muchos barítonos, vocalmente fuerte, aunque no sea muy largo. Yo le doy un enfoque más de bajo porque tiene unas notas centrales y graves que, en mi opinión, también son importantes.
¿Está satisfecho de su resultado?
- Ayer tuvo lugar el ensayo general de la obra, todo va muy bien.
¿Qué destacaría de este montaje?
-Me gustaría destacar el gran trabajo del coro de Amics de s'Ópera de Maó y de la Escolanía de la Catedral de Menorca, he quedado alucinado de lo bien que lo hacen.
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