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Dani Molina (Madrid, 1974) estará de nuevo en Menorca y competirá otra vez en Fornells. El flamante medallista de oro en paratriatlón en los recientes Juegos Paralímpicos de París tomará parte este domingo en el enclave norteño en el IX Artiem Half Menorca, que encara con la intención de «disfrutar», indica, como también como una suerte «de preparación» de cara al Mundial que tendrá lugar dentro de dos semanas en Torremolinos.

El triatleta, asimismo, disertará en la charla que este viernes como preludio de la prueba promueve la firma hotelera Artiem (que además cuenta con equipo de triatlón propio, con el que el madrileño se siente muy identificado y vinculado), en la que Molina hablará de su propia experiencia vital –el medallista de oro en París sufrió un accidente de moto, a los 22 años de edad, que hizo que perdiera una pierna– y aconsejará a los triatletas, sobre todo para quiénes será esta de Fornells su primera incursión en una competición de triatlón.

Ante todo, Molina, en manifestaciones para este diario, comenta que estar de nuevo en la Isla «es un placer». «Y Artiem se porta súper bien conmigo siempre. Además, la última vez que estuve aquí prometí volver y que lo haría con la medalla, por lo que no tenía más remedio que volver. Sí o sí», añade el triatleta

Sin duda, la reciente conquista en suelo parisino convierten este 2024 en un año de lo más especial para nuestro protagonista, más en función de lo que tardó el triatlón en ser incluido en el programa de los JJPP. «Sí, es un año muy especial. Antes fueron años muy duros esperando que mi prueba entrara en el programa paralímpico, y al final entró, hace tres años. A partir de ahí, con mi entrenador, nos pusimos a trabajar con el objetivo de lograr el oro. Siempre dije que en el momento en que me dejaran competir en unos JJOO, lograría el oro. Y salió muy bien», revisa el madrileño en ese sentido.

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Un éxito de ese calibre, necesariamente determina un antes y un después en la carrera de un deportista, y una cima en toda regla. Molina precisa al respecto que «más que un antes y un después diría que hemos logrado el objetivo soñado, ser campeones olímpicos. Soñé con estar en unas Olimpiadas, y luego soñé con volver y ganar una medalla. Si encima es de oro, pues mucho mejor».
«Hemos cumplido un ciclo, un sueño. He ganado muchos títulos, mundiales, europeos… pero nada es comparable al oro. El oro olímpico es diferente. Cualquier medalla en unos Juegos es algo distinto. Cualquier deportista daría lo que fuera por ganar una medalla en los Juegos», abunda.

Pensamientos

Y en un momento así, al cruzar la meta, lo que equivale a alcanzar una gran cumbre, ¿qué trasciende en la mente del deportista, a quién dedica su primer pensamiento? «En ese momento no piensas en nada. Alucinas con lo que te está pasando, con lo que estás viviendo. Tengo grabada en mi mente una imagen, que es la grada llena de fotógrafos, los flashes… y tomas un poco de conciencia de lo que has logrado, de lo grande que es ganar unos Juegos. No es ganar un mundial, ni un europeo… los Juegos se celebran cada cuatro años, y muy poca gente es capaz de ganar en unos Juegos», evoca el deportista.

Aparcamos el capítulo parisino, sin duda un logro de máximos para Molina, y nuestra conversación vira hacia la Isla. «Sobre todo vengo para disfrutar, a pasármelo bien... y también para preparar el Mundial, que lo tenemos dos semanas después. Pero vengo a disfrutar de la Isla, que me encanta, a disfrutar con la gente de Artiem, que siempre se portan muy bien conmigo y son mi familia», desglosa. También «para contar mi historia, el viernes –mañana–, poder ayudar a la gente del hotel que hará su primer triatlón, aconsejarles, motivarles para que disfruten. Vengo a competir, sí, pero seré más un apoyo», añade.

Por último, planteamos a Dani Molina por los próximos Juegos Paralímpicos, Los Ángeles 2028. ¿Son un objetivo? «Queda mucho… y no queda tanto, pues las temporadas pasan súper rápido. El año que viene es más tranquilo, pero en 2026 empezamos con las clasificaciones, las series mundiales, competir… que a mi lo que me gusta es competir, entrenar… me gusta mi trabajo, el hándicap es que acabo de cumplir 50 años, pero físicamente me encuentro muy bien, y es lo que me dice mi entrenador, saber qué material tenemos para entrenar y sobre eso hay que trabajar», reflexiona Molina. Y termina. «Hay que cuidarse… pero como me dice mi entrenador, todavía queda mucho por rascar, Dani Molina aun tiene algo que dar… y creo que queda Dani Molina para rato y que podremos intentar llegar a Los Angeles. Y por que no intentar lograr otra medalla. Si vamos, vamos para ganar».

El apunte

«No somos unos pobres ‘cojitos’, sino deportistas profesionales»

Dani Molina considera que el triatlón goza de «buena salud en España», y entiende que su éxito, o el bronce del menorquín Nil Riudavets, han servido para dar visibilidad al paratritlón. «Creo que el triatlón tiene buena salud, pero que venimos de una época muy potente, que fue antes de la pandemia, con pruebas para 5.000, 7.0000 corredores. Eso ya no existe. Iron Man tiene ahora pruebas para 2.500 personas, que está muy bien. Ese volumen de gente de antes de la pandemia ya no existe, pero cada fin de semana hay pruebas, ya sea una half, un esprint o un olímpico. Creo que el triatlón en España es una modalidad muy potente. Mueve masas», radiografía Molina sobre la materia. Además, «sí» cree que logros como el de Nil y el suyo en los Juegos «ayuda» a que la gente se enganche otra vez. «Lo de París ha servido para que la gente vea lo que es triatlón paralímpico, la potencia que tiene, el nivel que tiene, como la gente corre, monta en bici, como nada... Hay gente que con una prótesis corre más que un tío con dos piernas o van en bici más rápido que uno que tiene los dos brazos… estos Juegos vienen bien para que la gente vea lo que es el deporte paralímpico, que es deporte profesional cien por cien», repasa el madrileño. «No somos, como se solía decir, aquellos pobres cojitos o mancos que corren y montan en bici, no, esto es deporte profesional, que la gente tiene un nivel alucinante, que cada vez se prepara más para competir, somos deportistas de elite como otro cualquiera. Hacemos barbaridades para entrenar, y ya me dice mi entrenador, que pocos triatletas que tiene a su cargo hacen una planificación como la mía», concluye el que ha sido reciente oro en Francia.