La flota, atracada en el puerto, a causa de la encalmada. | JORDI ESCANDELL SEGUI

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El estreno de la XX Copa del Rey Repsol de Barcos de Época tendrá que esperar. El viento decidió ayer no hacer acto de presencia, lo que impidió celebrar su primera jornada, pese a que una ligera brisa en el interior de la rada hiciera concebir una efímera esperanza al comité organizador, que arrió la bandera de aplazamiento en tierra a las 12.00 horas.

A las 14.33 horas, Ariane Mainemare, oficial principal de regatas, decidió mandar la flota de regreso a puerto. El anemómetro marcaba 0,5 nudos del NNE y la superficie del mar era lo que en menorquín se llama «una bassa d’oli». Condiciones imposibles para la navegación a vela. Mainemare señaló que los partes ya anunciaban «un día complicado» con poco viento.

«El comité salió al mar para verificar la situación real y al ver que teníamos 6-7 nudos de un viento entablado, hemos levantado el aplazamiento. Por desgracia, ha vuelto a caer en el tiempo que han tardado los barcos en dirigirse al campo de regatas. Después de dos horas y media en el agua, hemos optado por suspender la regata». Las condiciones para hoy se prevén mejores con viento del NE desde las 11.00 horas.