Tras una breve jornada de entrenamiento y toma de contacto con el barco de competición (monotipo Fígaro, para todos igual), el pasado viernes 7 de octubre, se celebraron las primeras pruebas. Se distribuyeron por sorteo las dieciocho tripulaciones participantes en tres grupos de seis equipos. La tripulación del CMM compuesta por Carlos Pons, Kike Mir, Marta Torner, Marc Pérez, Enric Vidal y Xisco Pons navegó en el grupo 1. Cada día se decidía, también por sorteo, en cuál de los seis barcos disponibles navegaría cada tripulación; lo que garantizó una mayor justicia deportiva en la regata.
Las condiciones para navegar el primer día no eran las óptimas; se navegó prácticamente sin ola pero el viento -rumbo del 300º- fue escaso. Lidiar con las corrientes y mareas de la zona fue una tarea y motivación extra para desarrollar la mejor estrategia de cada barco. La corta duración de cada una de las tres pruebas del día, unos 20 minutos por prueba, para un recorrido barlovento-sotavento, a dos vueltas; hizo que salir bien y llegar al primer layline en buena posición fuera determinante.
Con parciales 3, 5 y 3 el «Alba III» se situaba en cuarta posición al acabar el primer día de regatas; lo que propició que la jornada siguiente navegara en el grupo 2, formado por los barcos que en el día anterior obtuvieron la tercera y la cuarta plaza del grupo en el que navegaron. De igual manera los primeros y segundos de cada grupo navegarían en el grupo 1, y los quintos y sextos en el 3.
Este primer corte de la flota no era todavía el corte definitivo. La segunda jornada se navegó en unas condiciones muy parecidas a la primera, con ventolinas del 270. El formato de la prueba preveía que el segundo día de competición los participantes pudieran ascender o descender de grupo en un sistema de repesca, en función de los resultados obtenidos en el día. En esta jornada la tripulación del «Alba III», tras haber sacado valiosas conclusiones del primer día, mejoró sensiblemente el rendimiento de la unidad número 3 de los Fígaro, que les tocó en el sorteo del día. Consiguió clasificar 1 y 2 en las dos pruebas de su grupo que se disputaron, lo que los situó en la segunda plaza de su grupo y les permitía ascender al grupo 1 en la jornada definitiva, es decir en la final del campeonato.
Una vez conseguido ese primer objetivo de alcanzar el grupo de la final; estando en igualdad de condiciones que los demás barcos y con todas las opciones abiertas, el barco del Marítimo afrontó la última jornada de regatas aspirando a todo. En esta fase todos los barcos finalistas se jugarían la clasificación a tres pruebas sin importar el camino recorrido para llegar al grupo oro. La suerte quiso que la unidad Fígaro que navegaría la tripulación del «Alba III» ese día fuera la número 5, la que tiene por nombre «Erizana», antiguo topónimo de Baiona y nombre del equipo de fútbol de la ciudad. Eso hizo que el barco balear recogiera las simpatías de los pescadores de la zona, que son muchos.
El comité de regata no tuvo fácil el montaje del campo de regata, ya que el día amaneció cubierto, sin viento. Hubo una tensa espera hasta que se estableció un viento del tercer cuadrante (SO), que resultó ser el de mayor intensidad del campeonato, unos 8 nudos. Había mucho en juego; navegaban los mejores; y no había margen pare el error. La tripulación del «Alba III» tras una salida correcta navegó toda la primera prueba en las posiciones de cabeza y consiguió una tercera plaza. El campo de regatas estaba situado justo enfrente de las instalaciones del Monte Real Club de Yates de Bayona a escasa distancia del espigón. La segunda prueba del día el barco menorquín salió fuera de línea y pagó caro este error ya que tras corregirlo y salir correctamente, la distancia que le separaba de sus rivales fue ya insalvable navegando en una flota de tan alto nivel; un seis en la clasificación de la prueba. La tercera prueba del día, última del campeonato, fue la mejor prueba de la tripulación mahonesa.
Tras una inmejorable salida navegó siempre liderando la flota lo que, sumado a lo apretada que había quedado la clasificación tras la segunda prueba del día, a los nervios propios de la importancia de lo que estaba en juego y al trabajo de los jueces al penalizar directamente en el agua las situaciones conflictivas que se produjeron, hizo que la primera plaza del «Alba III» en esa prueba le permitiera conseguir el tercer puesto definitivo del Campeonato de España de Cruceros de 2022 - Trofeo Loterías y Apuestas del Estado.
Baiona regaló a la tripulación mahonesa y al animado grupo de familiares, amigos y compañeros de la flotilla de cruceros del CMM que les acompañaron en este viaje, unas jornadas excelentes de navegación y camaradería, con sol y buen tiempo.
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