Francesc Campins mueve pieza con el Sant Josep

Campins, campeón de Menorca absoluto el 2014 y un fijo en los Autonómicos y Nacionales en sus categorías, admite que el cambio de la Isla a la máxima categoría ha sido «brutal», tras casi dos años. «De momento los dos objetivos van por buen camino y el mío individual también; contribuir a que se cumplan. Claro que el reto individual siempre es mirar hacia la victoria pero a veces toca asegurar y hacer tablas para garantizar la victoria del equipo», analiza, desde Catalunya y para este diario.

El tablero insular, que también ejerce como entrenador de un importante grupos de niños del Sant Josep, quiere ir despacio, sin grandes metas. «No me pongo metas, mi objetivo es seguir disfrutando. La verdad, no pienso hasta dónde quiero llegar, no me lo planteo», exclama el ciutadellenc, único menorquín jugando en División de Honor.

Ensalzando como claves en su ingreso y adaptación en el Sant Josep a su compañero 'Guti' y al director técnico del Cercle, David Pons, Campins valora muy positivamente el momento del ajedrez en Menorca. «Está en auge y el motivo es el fantástico trabajo de Pons con los niños. Tenemos mucha suerte en la Isla como club en el Cercle y también como isla de tenerlo», exclama el insular, que se quita el sombrero por el reciente título menorquín absoluto de su paisana, Lídia Comellas, primera mujer en lograrlo. «No te das cuenta de lo que has conseguido hasta que no pasa un tiempo y ves lo difícil que es, por eso tiene tanto mérito lo de Comellas. Es espectacular lo que ha conseguido, además, derrotando a 'viejos rockeros' del ajedrez menorquín, todos ellos jugadores fuertes, incluido Joan Cubas».