Distracción. Vallejo, que sigue de vacacioens en Tailandia, juega al ajedrez en los jardines del hotel, sede del torneo, en Bangkok. | B.C.C.

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«He vuelto porque añoraba la competición que es un poco adictiva, me apetecía y echaba de menos esa lucha, la adrenalina que hay en los torneos». Así explica Paco Vallejo (Es Castell, 1982) su reciente retorno a la competición más exigente del ajedrez mundial después de un año y medio de semiretiro dorado, que no fue tal, porque siempre cumplió con compromisos pactados con el club de Sabadell, en el que milita, y en el Baden Baden, con el que disputa la bundesliga alemana. Si entonces había perdido parte de la motivación, se sentía triste por algunas decepciones con los tableros, ahora ha regresado con el propósito de divertirse y seguir adelante.

Aún de vacaciones en Koh Samui, Tailandia, donde acaba de conquistar el Abierto Internacional, en el hotel Dusit Thani de Bangkok, Vallejo declaraba a este diario su satisfacción por esta reinserción en la élite del ajedrez universal, coronada con el triunfo asiático. «Me siento como en casa en Tailandia, hace tres años quedé empatado a puntos con el primero aunque acabé tercero y ahora lo he ganado», explica. Eso sí, con 2.699 puntos de ELO era el principal favorito al triunfo que finalmente consiguió por delante del filipino Oliver Barbosa y el alemán, Jan Gustafsson.

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