Superado aparentemente el terremoto que acompañó las últimas horas previas al debut en la gran cita de Rusia, la selección española se agarra a su estilo intocable para imponerse a la adversidad y demostrar las razones por las que es señalada como una de las favoritas al preciado título. Solo Cristiano Ronaldo fue capaz de frenar una reacción repleta de personalidad.
En un Mundial marcado hasta ahora por la incapacidad de selecciones grandes de superar planteamientos de rivales con un teórico papel de menor, España encara en Kazán uno de esos partidos en los que el rival renunciará al balón, armará un planteamiento defensivo con líneas juntas y se verá obligada a buscar variantes. Al toque le debe acompañar la velocidad y la verticalidad. Hierro apostará por la línea Del Bosque: confianza tras el error. La mostró en el inicio del camino a la gloria en el Mundial 2010, cuando los focos de la crítica apuntaron a la figura de un inexperto Sergio Busquets que le superó aquel estreno fatídico ante Suiza. «Sería el jugador en el que me reencarnaría», llegó a decir Vicente.
No ha llegado a ese punto pero la defensa del actual seleccionador a David de Gea tras su grave error ante Portugal, ha sido rotunda. Se enfoca a un error pero el portero español estuvo ausente todo el encuentro: tres tiros y tres goles más una salida innecesaria que mostró que su cabeza estaba en otro lado. No le costará el puesto como le ocurrió a Molina con Camacho en la Eurocopa 2000. La mano de Fernando se empieza a vislumbrar en esos detalles a la hora de llevar un grupo.
Con Diego Costa poniendo freno al que parecía interminable debate del 9, con su doblete a Portugal, la única duda del once de Hierro apunta al lateral derecho. Dani Carvajal aparece ya como opción, recuperado de la lesión muscular sufrida en la final de la Liga de Campeones, y el seleccionador debe decidir si tiene el tono físico a falta del ritmo de competición que ganar en partidos.
Defensa de gala
Su presencia permitiría el regreso de la defensa de gala, liderada por Sergio Ramos que entrará en el podio de jugadores españoles con más partidos en Mundiales, alcanzando los 15 de Xavi Hernández y con la opción de superar en Rusia a Andoni Zubizarreta e Iker Casillas. Irán encara el partido contra España con la tranquilidad y la confianza que le otorgan los tres afortunados puntos pescados en el último minuto en el San Petersburgo Arena frente a Marruecos, y con la idea de que el empate es un excelente resultado. Para ello, planteará un partido igualmente defensivo pero con una variante táctica diferente: todo apunta a que Queiroz apostará por dos líneas de cinco muy juntas y un hombre peligroso aislado en ataque, el delantero del Rubin Kazan Sardar Azmoun. El objetivo es elevar la presión unos metros más, tratar de impedir que la pelota circule, y que cuando lo haga tenga dificultades para pasar por las botas de Iniesta, Busquets, Silva e Isco.
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