Visitar Sant Antoni es una empresa complicada y el Migjorn ya era consciente de ello antes de aterrizar en Eivissa. Pese a su mal inicio de temporada, el Portmany está enderezando el rumbo a marchas forzadas y el Migjorn se ha convertido en el último equipo en constatar este cambio.
Los hombres de Biel Medina saltaron al verde bien plantados y sabedores de por dónde pasaban sus opciones de victoria: repliegue intenso, líneas juntas y ninguna concesión. Así acabó la primera parte, sin movimiento en el marcador y sin apenas acercamientos peligrosos de los locales.
No obstante, el penalti pitado a favor del Portmany nada más comenzar la segunda mitad, que convertiría su hombre clave, Vaccarini, ponía las cosas muy cuesta arriba para los menorquines. Obligado a salir para tratar de hallar un gol, el Migjorn aguantó bien y peleó hasta el final por rascar un punto de tierras pitiusas.
Ya totalmente descolgados, Roberto Ruiz daría la estocada final en los últimos minutos del tiempo añadido para asegurar a suyos los tres puntos. El Migjorn murió de pie matando y ofreciendo una imagen más que convincente que invita a ser optimista con la evolución del equipo.
El apunte
Medina: «Este es el punto de partida»
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