Franz Barro, durante su etapa en el Alaior.

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Ex coordinador de la factoría del CE Alaior, cargo que ha desempeñado durante algo más de dos temporadas y que dio por concluido de forma unilateral desde que presentara su renuncia el pasado 15 de noviembre de 2016, Franz Barro atiende a Es Diari precisamente para desvelar las causas de una marcha que, según explica el propio técnico y exjugador «no responden», como argumentan desde el club, a motivos personales y sí a una serie de disensiones con sus gestores y a la «ausencia de respaldo» a su labor.

Franz, uno de esos tipos que hicieron grande al Alaior con su calidad y entrega dentro del terreno de juego (de los jugadores más exquisitos que jamás han defendido la elástica albinegra), asumió la gestión de la cantera ?como primer rostro de la comisión deportiva? en el albor de la temporada 2014/15, con la ilusión e intención de tratar de asemejar para el futuro logros en la banda como los conseguidos en su pasado de corto en Los Pinos.

Y a pesar de que los inicios no fueron sencillos, pues «solo me dejaron un ordenador y un par de sillas», rememora Franz, «poco a poco, a base de trabajo, fuimos implantando cosas». Superada la primera campaña, el origen de la ruptura entre club y entrenador tuvo su preámbulo en la no consecución del ascenso a Tercera por parte del primer equipo en la temporada anterior. «A raíz de eso, el club centró el objetivo en intentar el ascenso del equipo juvenil a Liga Nacional. Pero eso implicaba también aprender a competir desde abajo, conseguir que los equipos de formación fueran más competitivos era importante para, si se asciende, poder conservar la categoría en los años siguientes, y hasta ahora nuestros conjuntos solían estar en la media tabla», explica el técnico alaiorenc, que con el objeto de revertir esa inercia y obtener mejores resultados, optó por un proceso de selección que concentrara a los mejores exponentes de cada categoría en un equipo 'A'.

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