Llonga empata sobre la bocina

Nueva máster class de pundonor y fe ciega en sus posibilidades este domingo del Penya Ciutadella de Pere Vadell, en casa y frente a un incómodo Platges de Calvià. El conjunto azulado acabó empatando 1-1 un encuentro que se le puso muy cuesta arriba en el minuto 5 con el tempranero gol del visitante Sánchez, cuando todavía no habían ni entrado en juego los locales. No obstante, y en un monólogo 'ciutadellenc' toda la segunda parte en pleno acecho a la portería defendida por Tuñón, Llonga impartía justicia a los 88 minutos para dejar las tablas. Un empate que pone en 20 puntos ya a los de Vadell, cifra nada despreciable a falta todavía de cuatro jornadas para concluir esta primera vuelta liguera.

Un domingo más, Vadell tuvo que improvisar su once titular, ante las ausencias por sanción o lesión de Pau Rioja, Carlos Febrer y Pule. Eso sí, recuperó a Aitor y al final tuvo a Raül Capó, que aún se duele del codo. Cambios que no afectaron en demasía a un Penya que dio la cara nuevamente, aunque ayer protagonizó una primera parte espesa.

Así, cuando aún se sentaban los espectadores en la grada, Sánchez ponía el 0-1 a los cinco minutos y tras acción embarullada. Un jarro de agua fría para los discípulos de Vadell, que quisieron reaccionar pero no pudieron, ante un Platges muy ordenado y compacto atrás. Los azulados intentaban avanzar pero el rival cortaba cualquier intentona, saliendo de atrás con mucho orden. Tras un balón muerto en el área al que no llegaba Manolo, ayer titular, García ponía a prueba de lejos a David, que se lucía por bajo. Tras unos minutos aburridos y el balón en tierra de nadie, un Miquel en plena forma obligaba al meta Tuñón –el mejor del Platges –a intervenir para atajar el esférico. Y poco antes de marchar a vestuarios, quizás la mejor medicina para el Penya reaccionar y cambiar su mala dinámica, el 'calvianer' Díaz levantaba demasiado un balón, solo ante David, y tras una brillante asistencia.

Mucho cambiaron las cosas en la reanudación, para bien de los locales. Vadell cambió el dibujo del equipo sobre el césped, dando entrada al joven Dani por Eric, al que situó en el lateral izquierdo; Biel, en el derecho y Aitor de extremo, cambiando de costado también a Manolo. Aquí comenzaba la conquista del Penya en el área visitante. Zurbano tenía el 1-1, solo ante el meta, pero éste le acertaba la intención. Y un minuto después, Llonga probaba de lejos en un gran chut. El Penya empezaba a dominar y a gustarse y Manolo rozaba raso el palo derecho para que luego Miquel peinase alto el balón. Quedaban poco más de 20 minutos aún y el Penya se convertía en año de la situación. Tras probarlo nuevamente Llonga, Vadell adelantaba a Enrich en busca de la igualada. Y el central, a los 75', enviaba un obús que paraba en dos tiempos Truñón. Se olía a gol en Son Marçal y en el minuto 82 y con una pizca de suerte, un chut de Llonga repelía en el visitante Grille y acababa en la red rival (1-1).

Con la igualada se entraría a un tramo final de nervios. Enrich veía la segunda amarilla y segundos después, en un ataque de frustración, Rumén veía la roja directa. Zurbano tuvo el 2-1 en un barullo, pero no.