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No hubo oro, ni tampoco plata ni bronce para Albert Torres en su prueba fetiche, la madison, incluida ayer en la última jornada del CXII Mundial que se ha disputado en el velódromo Saint Quentin en Yvelines, al suroeste de París. El ciclista de Ciutadella y su compañero mallorquín, David Muntaner, se quedaron fuera del podio, inesperadamente a tenor de sus propias expectativas, en el último de los 10 sprints de la carrera provocando su propia decepción y la de su legión de allegados y seguidores.

De nada le sirvió a Torres el punto de forma ideal con el que llegaba a la gran cita porque ésta y no otra era el gran objetivo de este 2015 en la pista. El último sprint, mal disputado porque la colocación de la pareja española no fue la idónea, se llevó por delante todas sus aspiraciones. Podían haber logrado el oro, que fue para Francia, pero acabaron fuera del podio en el cuarto lugar, una posición muy por debajo de la que todos esperaban.

La selección española confiaba en una tercera medalla nacional tras las del propio Torres y Teruel en estos Mundiales de pista. Pero la pareja balear se quedó sin su preciado botín aunque fuera empatada a 15 puntos con Bélgica (Jasper De Buyst y Otto Vergaerde), bronce, y por detrás de Francia (Bryan Coquard y Morgan Kneisky) e Italia (Liam Bretazo y Elia Viviani), con 21 y 20 puntos respectivamente. Torres y Muntaner tensaron la carrera en las últimas sesenta vueltas, como era su táctica preconcebida, pero no bastó para subir al podio.

Aunque Gran Bretaña se puso en cabeza en los primeros compases de la prueba, al ganar vuelta, pronto se vio que iba a ser una carrera muy igualada, posiblemente una de las más disputadas de los últimos tiempos, con bastantes selecciones al mismo nivel pero con Francia e Italia –y en menor medida Bélgica- destacándose en los sprints intermedios. La carrera transcurría muy lenta y no le convenía a Torres y Muntaner que se adjudicaba el segundo sprint para situarse solo por detrás de Gran Bretaña en la general.

España quiso ser protagonista, pero no pudo coger esa ansiada vuelta en las dos veces que más claramente lo intentó, a mitad de carrera y en el cuarto final, ya que todos los equipos advertían la táctica de los defensores del oro y su marcaje era constante. En todo caso, Torres y Muntaner se mantuvieron con opciones hasta el final, cuando se fueron con Italia. Muntaner señalaría al final de la carrera que «Íbamos más fuerte que los italianos, aunque se beneficiaban más, ya que si ganábamos vuelta, pasábamos a liderar la carrera. Pero no han querido colaborar. Está claro que a ambos nos interesaba, pero tampoco les íbamos a poner el triunfo en bandeja si no colaboraban». Al final se unieron otras selecciones como Francia, Bélgica o Alemania y los jueces no dieron vuelta ganada, sino perdida al resto, entre ellas Gran Bretaña que cedía su liderato.

La igualdad volvía a quedar demostrada con seis selecciones en la misma vuelta.

Un primer lugar logrado en el penúltimo sprint -el segundo triunfo parcial de toda la prueba- colocaba a España segunda, a sólo tres puntos de Francia, pero empatada con Italia y amenazada por Bélgica. No había tiempo material ya para intentar ganar esa vuelta por lo que el sprint final sería fundamental. Los rapidísimos Viviani y Coquard a muerte se jugaban el oro y la plata, con triunfo insuficiente para el transalpino, mientras que Bélgica lograba el punto de la cuarta posición con lo que empataba a 15 con España, que se situó mal en las últimas dos vueltas y no pudo disputarlo, lo que la dejaba fuera del podio por el valor como desempate de esa última clasificación.