En un fin de semana de lo más extraño, el primero que deviene tras la tragedia acaecida este miércoles en la provincia de Valencia –y Albacete– a causa de la meteorología, y por eso todavía en permanente estado de alerta en todo el país, sobreviene al Hestia Menorca su sexto partido de liga, en el que se enfrenta al poderoso Movistar Estudiantes (Pavelló Menorca, hoy, 20.00 horas).
Un examen de lo más exigente para el equipo insular en lo deportivo y una cita de lo más especial en lo emotivo. No en vano, el Hestia Menorca, después de encadenar tres derrotas de modo consecutivo, todas las que acumula en su estadística, lapso que además ha significado un contrapunto radical a ese buen arranque que incluso le permitió ocupar el liderato (compartido) de la competición tras la segunda jornada, se siente enfrascado, sino en la urgencia, sí en el deseo de quebrar una dinámica que en caso de ir a más le abocará a su primer bache de resultados de la temporada.
Exigente
Eso sí, la empresa, aun a pesar de afrontarla en la Isla y al resguardo de su hinchada, se antoja complicada, fundamentalmente por la tremenda cantidad de recursos que se concentran en la plantilla que un año más dirige el exbase Pedro Rivero.
Desde el veteranísimo director de juego charrúa Jayson Granger, de vuelta en el Ramiro para dedicar su segunda juventud al reto de intentar reubicar al ‘Estu’ en la ACB, al efectivo Devin Schmidt (quince puntos de promedio el exValladolid en su inicio de etapa colegial), pasando por el andaluz Francis Alonso, el serbio Mihjailo Andric, su compatriota Dejan Kravic, el mismo Héctor Alderete, exMenorca y hermano del capitán insular, el interior senegalés Mus Barro... con certeza la nómina de efectivos del equipo madrileño impone e intimida como pocas en la liga. Además, se presenta en la Isla con un récord de 4-1 y en pleno acecho del liderato.
Por no aludir a su palmarés, siendo el inminente rival del Menorca, entre otros méritos, el único equipo de Primera FEB que ha disputado la Final Four de la Euroliga, lo que ocurrió en Estambul un ya lejano 1992.
Intentará oponer a todo eso el equipo de Javi Zamora la combustión que es capaz de acreditar en muchas de sus citas de casa.
‘Morir’ en defensa, en cada rebote, y hacer gala de una precisión absoluta en la lectura de las diversas situaciones y momentos que legará el juego a lo largo del partido, optimizar la atmósfera que la grada será capaz de generar… en el manual de uso del Menorca tales aspectos deben rezar como preceptos insobornables para poder equilibrar una batalla que, en su preámbulo, se detecta desigual en fuerzas.
Sentimentalismo
A partir de ahí, de conseguir esa opción de poder nivelar la contienda, pequeñísimos detalles definirán un partido que al margen de todos esos componentes deportivos, no obvia, como quedó dicho, el sentimentalismo. Y es que pese a que no será la primera vez que se enfrentan con Estudiantes, para varios de los rostros que integran el actual proyecto del Hestia Menorca una confrontación con el conjunto colegial equivale a a hacerlo con su propio pasado.
Empezando por el entrenador y director deportivo Javi Zamora (quien debutó en un banquillo ACB al frente del cuadro del Ramiro hace cuatro años), continuando por su asistente, Lipe Cristóbal, y por jugadores como Diego Alderete (quince años en el club madrileño, además de que en su caso esta noche tendrá enfrente a su hermano), Emil Stoilov y el mismo Víctor Arteaga, quien completó allí un lustro, 2016-21, siempre en la primera liga.
Pero tal y como refirió Diego Alderete en estas páginas a 48 horas del partido, cualquier alarde de sentimentalismo quedará totalmente al margen cuando arranque el partido. Y si acaso, que este surja como estímulo que contribuya a multiplicar al grado de motivación y de pasión que reclamará el poder sorprender al poderoso Estudiantes. Sin duda, un examen mayúsculo.
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