Hannah busca el triple, pese a la defensa de Arroyo. | Gemma Andreu

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La LEB Oro se agita. Tras la disputa de la penúltima jornada de la primera vuelta de la fase regular, el fin de semana de Reyes, la competición ha experimentado alteraciones y algunos cambios, tanto en la zona alta, en la que se ha producido cambio de líder, como en la lucha por eludir la zona de descenso, en la que se encuentra enfrascado el Hestia Menorca.

El equipo insular, que no pudo arrancar 2024 con victoria, lo que además habría significado poder hilvanar su primera racha de dos triunfos de la temporada, es ahora penúltimo. El Força Lleida, en un partido cerrado y cuya incertidumbre se prolongó hasta el último momento (67-70), supo pragmatizar su notable momento de juego y resultados para suscribir la que es su séptima victoria en los últimos ocho partidos.

Por contra, el Hestia Menorca acumula su duodécima derrota de la temporada (4-12), si bien a efectos de la clasificación, su situación apenas varía, puesto que el equipo de Javi Zamora se mantiene en zona de descenso y a un partido de la salvación, que actualmente delimita el Cáceres (5-11), que en la última jornada ganó al Alimerka Oviedo.

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El Amics Castelló de Joan Faner, que iguala con el cuadro menorquín (y detenta la peor racha actual de toda la liga, con ocho tropiezos consecutivos), y el Clavijo riojano, que logró su tercera victoria y con ello, dejar atrás una funesta sangría de once derrotas consecutivas y aprisiona más si cabe por abajo la coyuntura (cinco equipos en un margen de dos partidos), completan actualmente la zona de descenso.

Justo por encima, un ramillete de otros siete equipos separados por un trecho de dos partidos, lo que, restando más de la mitad de calendario por consumir, augura múltiples escenarios susceptibles de poderse producir.

Por arriba, la Copa Princesa, que es el frente más inmediato al que optan los equipos que a final de curso batallarán por el ascenso, cuenta con varios candidatos. Así, Movistar Estudiantes, que es nuevo líder en solitario (13-3), San Pablo Burgos, que aún a pesar de encontrarse en un evidente bajón de resultados tras ceder tres derrotas consecutivas, es segundo clasificado, igualado con Leyma Coruña (que reside en una racha abierta de cinco victorias seguidas) y Gipuzkoa Basket (los tres, con un récord de 12-4), se jugarán las dos plazas que permitirán jugar por el primer título de la temporada en la segunda liga del país (cita que acogerá, a modo de anfitrión, el equipo que finalice la primera vuelta, que termina el próximo fin de semana).

Tizona Burgos, que tras imponerse al San Pablo en la pasada jornada en el primer derbi burgalés de la historia en LEB Oro, es quinto clasificado, y Real Valladolid, sexto, con 11-5 los dos equipos, son otros conjuntos, junto con el Força Lleida que ganó el sábado previo en Maó (10-6), que asoman en la parte de privilegio de la clasificación, lo cual, con lo discurrido ya de temporada, por nada responde a un casual y sí es indicativo de que serán otros exponentes a considerar, no en la lucha por estar en la Copa Princesa 2024, en su caso aritméticamente inviable, pero sí en la carrera por el playoff y la fase de ascenso. Tanto por arriba como en su parte baja, y alcanzando el ecuador de su calendario, la LEB Oro se agita.