El PP pide la cabeza de Cañadas a Abascal como condición para cualquier acuerdo

El rechazo de Vox al plan de las 20.000 viviendas y el voto con el PSIB a enmiendas presupuestarias colman la paciencia de Prohens

La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, observa a la presidenta del Govern en el Parlament. | M. À. Cañellas

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Ni pacto como el de Valencia ni un pacto específico para Balears. Las posibilidades de que PP y Vox lleguen a algún acuerdo para los Presupuestos o de cualquier otra índole son inexistentes en estos momentos. La ruptura total ha llegado al punto de que el PP ha pedido a la dirección nacional de Vox que aparte a Manuela Cañadas como portavoz del partido en el Parlament como condición previa al cierre de cualquier posible acuerdo. La petición está confirmada por los dos partidos, pero lo que aún no sabe es cuál será la respuesta de Bambú.

La paciencia del PP ha llegado a su límite esta dos semanas por la actitud «destructiva» de Vox, según señalan desde las filas ‘populares’. El primer «ataque» al Govern, como califican en las en el PP la posición de Vox, llegó cuando el partido de Abascal sumó sus votos a los del PSIB para aprobar unas enmiendas socialistas. El resultado fue, en la práctica, que el Govern de Prohens se quedaba con 400 millones menos de euros para este año. El PP no se esperaba este golpe, pero mucho menos que Vox anunciara días después su voto en contra del decreto que permite 20.000 nuevas viviendas en Palma.

El Consell de Govern aprobó este decreto ley pero el Parlament debe ratificarlo el próximo 15 de abril. Vox ha dicho que su voto será negativo, no porque estén en contra sino porque lo consideran insuficiente. El PP les ha ofrecido tramitarlo después como ley e incorporar modificaciones, pero la respuesta de Vox es que no se fían. La consecuencia es que el decreto decaerá y, con él, la posibilidad de construir esas 20.000 viviendas en Palma.

El PP y y Vox reconocen que estaban negociando este decreto de manera privada y discreta, pero desde Vox precisan que habían pedido una semana de margen para analizarlo con más profundidad y poder hacer aportaciones. Sin embargo, el PP no esperó. Se molestó por el voto a las enmiendas del PSIB y lo llevó al Consell de Govern con la confianza de que Vox no bloquearía una medida de esta naturaleza. Tres días después, Cañadas anunciaba su rechazo total y la decisión de votar en contra por la «prepotencia» del PP, que ni había atendido sus peticiones ni negoció el texto.

La posición de Cañadas colmó la paciencia de Prohens. Desde el PP han hablado con la dirección nacional de Vox para informarles del bloqueo por parte de quienes fueron sus socios, un bloqueo que, según el PP, les ha llevado al extremo de pactar con el PSIB. Vox niega cualquier pacto con los socialistas, aunque sí admite que ha habido conversaciones en asuntos de interés común.

El pleno del Parlament fue ayer el escenario público de este choque, con duras palabras mutuas entre Marga Prohens y Manuela Cañadas. La reconciliación es imposible si la dirigente de Vox sigue al frente y así se lo han trasladado a los responsables del partido. El acuerdo presupuestario al que llegaron PP y Vox en Valencia había abierto la puerta a algo similar en otras comunidades autónomas. En Murcia y en Extremadura se han recompuesto los acuerdos y esta semana se firmarán los pactos presupuestarios, pero en Palma esa opción es ahora mismo imposible, a la espera de lo que responda Abascal.

Los conflictos

1.- Obligados a retirar los Presupuestos por su oposición total
El primer choque serio que han vivido PP y Vox obligó a Prohens a retirar los Presupuestos por orden de Abascal. Desde entonces, las posturas de ambos partidos no han hecho más que alejarse de forma progresiva.

2.- Una enmienda del PSIB que quita 400 millones a Prohens
El segundo conflicto entre los antiguos socios llegó cuando Vox favoreció con su voto que se aprobaran enmiendas del PSIB que recortaban 400 millones el Presupuesto de este año.

3.- Nuevo decreto de vivienda: bloqueo a la aprobación
La ruptura total ha llegado en el momento en que la portavoz anunció que Vox tumbará el decreto de vivienda. Para el PP es intolerable mientras que Vox pide menos soberbia.