Esta es una de las principales conclusiones del trabajo De los alimentos de hambruna a delicattessen: Interpretación de las tendencias en el uso de plantas silvestres comestibles a través de los servicios ecosistémicos culturales, financiado por el Ministerio de Economía, la Diputación de Badajoz, la University of Kent y la Generalitat de Catalunya.
El estudio científico sostiene que los valores culturales asociados a la recolección y al consumo de algunas plantas comestibles provocan diferencias importantes de las mismas especies en distintas áreas geográficas. «El provecho que sacamos del medio donde vivimos, aparte del uso físico que hacemos, tiene una fuerte carga cultural», dice.
Eso explicaría por qué el consumo de las llamadas ‘plantas de hambruna’ se mantiene en ciertos territorios y desaparece en otros. Antes de la globalización, especies silvestres comestibles como la manzanilla, el hinojo, las moras, los arándanos, los madroños o los espárragos trigueros ayudaban a las clases más pobres a superar la hambruna en épocas de malas cosechas.
Hoy los que las recolectan para su consumo son una minoría, pero las ‘plantas de hambruna’ siguen siendo ingredientes de peso en la cocina tradicional. El fonoll marí se vende en tiendas gourmet con gran éxito entre los turistas alemanes y los residentes extranjeros.
En una sociedad cada vez más poblada, algunos territorios se han visto obligados a regular la recolección de las ‘plantas de hambruna’. Parte de ellas se encuentran en espacios especialmente vulnerables, como la costa, con una alta densidad de visitantes. En Baleares la recogida de fonoll marí para fines comerciales requiere de autorización previa de la Conselleria d'Agricultura i Medi Natural. Aunque mantiene su área de distribución y abundancia está considerada una especie de especial protección.
Cuando la Conselleria d’Agricultura i Medi Natural autoriza su recolección establece la zona en la que se puede realizar la actividad, las fechas de cosecha y la cantidad máxima de kilos, para que dichas autorizaciones no comprometan el futuro de la especie.
La subida del nivel del mar y la intensidad de los temporales, que va en aumento, son potenciales amenazas a tener en cuenta para evaluar su estado de conservación. Las principales zonas del litoral en las que se puede solicitar autorización para recolectar más de un kilo de fonoll marí con fines comerciales son revisadas anualmente, lo que permite introducir modificaciones en caso necesario.
Hace ahora cinco años, Son Mesquidassa puso en marcha una finca experimental para tratar de cultivar fonoll marí en el interior de Mallorca. Antes compraba a recolectores el producto para preparar con él sus encurtidos. Ahora no depende de los recolectores y ha podido aumentar notablemente sus cosechas. El proyecto empezó con una pequeña plantación en el Pla que ha ido aumentando y hoy ocupa ya más de cuatro hectáreas en diferentes fincas. Contra todo pronóstico, no precisa estar cerca de las olas del mar.
«Desde que se consiguió cultivar el fonoll marí, las solicitudes anuales para recoger la planta silvestre han caído notablemente por la falta de compradores», informa la Conselleria de Medi Natural. No obstante el Govern sigue limitando la cantidad máxima de recogida de la planta silvestre en una misma zona con el objetivo de mantener el estado óptimo de la especie.
«Algunos años, debido principalmente a los intensos temporales que azotan la costa, se ha reducido el número de autorizaciones con el objetivo de dar tiempo a que se recupere la zona afectada», puntualiza el Servicio de Protección de Especies. En 2024 expidió únicamente ocho permisos, uno menos que en el año 2023 cuando según el registro histórico emitió nueve autorizaciones.
7 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
... yo antes la confundía con la patata frita... ahora ya no... afortunadamente está por todas partes en nuestras calas...
Cuando era niño (y de esto hace cerca de 50 años) podías coger todo el fonoll mari que quisieras pero sobre el papel ahora tenemos más libertad y más derechos que en las postrimerías del franquismo y principios de la transición.
No, si aquí s'ha d'arrablar fins i tot ses herbes més insignificants. S'han proposat depredar-nos al 100% , i molts ignorants fent inclús palmes amb ses orelles, cavant la seva pròpia tomba, i la dels demás, clar.
Será el fin de una existencia.
Y yo que lo tengo que arrancar del jardín por que crece como una mala hierba 🤣 y encima ni me gusta
Gracias al Menorca, esta especie ahora estará más amenazada.
Pobre fonoll marí después de este artículo...