Delegación balear en el World Travel Market de Londres
El interés de este Govern por lengua y lenguaje va más allá del tema del catalán. Tanto que desde el principio abordó el acercamiento a la primera industria balear desde el campo de la semántica, renombrando, por ejemplo, el decreto contra el turismo de excesos como decreto de turismo responsable, para no herir susceptibilidades en el sector del ocio nocturno. Y antes de eso, al configurar una Conselleria de Turismo que contaría con los apellidos de Cultura y Deportes, jugarreta bautismal criticada hasta la saciedad, pero que ahora aprovecha para dotar de todo el sentido a su estrategia de dinamización de la temporada baja, con la oferta cultural y deportiva como elemento esencial de su política de desestacionalización. Si el hallazgo fue intencionado o si, por el contrario, el Ejecutivo se ha marcado un pisuergazo, ya da lo mismo: la cita en Londres confirma el interés del mercado británico por la marca Baleares, tanto que hasta está dispuesto a comprarla en invierno también.