Delegación balear en el World Travel Market de Londres

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El interés de este Govern por lengua y lenguaje va más allá del tema del catalán. Tanto que desde el principio abordó el acercamiento a la primera industria balear desde el campo de la semántica, renombrando, por ejemplo, el decreto contra el turismo de excesos como decreto de turismo responsable, para no herir susceptibilidades en el sector del ocio nocturno. Y antes de eso, al configurar una Conselleria de Turismo que  contaría con los apellidos de Cultura y Deportes, jugarreta bautismal criticada hasta la saciedad, pero que ahora aprovecha para dotar de todo el sentido a su estrategia de dinamización de la temporada baja, con la oferta cultural y deportiva como elemento esencial de su política de desestacionalización. Si el hallazgo fue intencionado o si, por el contrario, el Ejecutivo se ha marcado un pisuergazo, ya da lo mismo: la cita en Londres confirma el interés del mercado británico por la marca Baleares, tanto que hasta está dispuesto a comprarla en invierno también.

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En una feria en la que Turespaña ha apostado por encandilar a los británicos con el reclamo del tax free en sus compras, hasta la ecotasa es vista con buenos ojos. Ecotasa finalista, remarca el Govern, dedicada a inversiones que redunden en la mejora del sector turístico y del medio ambiente. Música para los oídos de los operadores británicos, según Prohens, que reconoció que este lunes no se habló de balconing (una práctica que los hoteles de Magaluf y Palmanova han logrado erradicar este año, por cierto), sino de un oferta tratada «siempre en positivo», aunque «sabemos que hay externalidades negativas que se han de gestionar». Esas externalidades negativas tenían otras dimensiones a ojos de Prohens hace un año, cuando el por entonces conseller de Turisme, Iago Negueruela, le afeó  que acudiera a una feria internacional a criticar la gestión de las Islas como destino turístico y a centrar su discurso ante el mundo en los agujeros de los calcetines. Preguntado este año por la ausencia de la oposición, el alcalde de Palma, Jaime Martínez, dio su lectura: «Han tirado la toalla: son conscientes de que no lo hicieron bien y de que el turismo nunca fue un turismo de Estado para ellos».

Dardos sí hubo, aunque desde Mallorca, no in situ e in your face como el año pasado. El PSIB criticó que el Consell se presente a la feria sin plan de promoción y únicamente «para hacerse fotos». El conseller insular de Turisme, José Marcial Rodríguez, será el    encargado de rebatir las acusaciones este martes en una presentación de la nueva estrategia turística sobre la que se ha generado casi tanta expectación como la banda de mujeres mariachis apostada este lunes a la entrada de la WTM, cortesía de la delegación mexicana. Nota de color en un foro más centrado que nunca en el cambio climático y el turismo sostenible, advirtiendo que el primero puede no tardar demasiado en hacer de Balears un destino más apetecible en invierno que en verano.