Marga Prohens, con Alberto Núñez Feijóo. | Miquel Payeras

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El principal escollo programático para que PP y Vox lleguen en estos momentos a un acuerdo está en la enseñanza del catalán y hasta el propio Santiago Abascal ha advertido que será muy difícil llegar a un acuerdo si no se cumplen estas premisas. Abascal insiste en que no avalará ningún gobierno que no garantice la libertad de elección de los padres para escolarizar a sus hijos con el castellano como lengua vehicular. Vox exige que esta circunstancia se de en todos los niveles educativos.

El modelo del PP apuesta por la libre elección de lengua de los padres en la primera enseñanza, que es lo que figura en su programa electoral. El PP balear ha copiado el modelo que aplicó Alberto Núñez Feijóo en Galicia, por lo que Prohens cuenta en este aspecto con el apoyo del líder de la formación, que ha dado autonomía a la candidata para que negocie.

La candidata de los ‘populares' quiere cambiar la Ley de Educación de Balears para incorporar estas garantías, que quedaron fuera en el último minuto de la negociación. Vox apoya la modificación de la Ley, no su derogación, pero insiste en que debe respetarse la libre elección en todas las etapas educativas. El partido de Jorge Campos también quiere la derogación del decreto de mínimos o, como mínimo, su sustitución por un decreto de máximos.

Lo de Bauzá

En el PP saben que la cuestión lingüística es un elemento muy sensible y como prueba ponen los conflictos generados por los maximalismos de José Ramón Bauzá. Por esta razón, no están dispuestos por ahora a ir más allá de lo que dice su programa, que pasa por la elección de lengua en la primera enseñanza.

En otros aspectos del programa no hay problemas, especialmente en los que tienen que ver con la bajada de impuestos o con las medidas económicas y relacionadas con el turismo. Los dos partidos están de acuerdo en la eliminación de la moratoria de plazas aprobada por el pacte y la supresión del impuesto de sucesiones, entre otras medidas fiscales.