Barco de carga de Baleària en el puerto de Barcelona. | R.L.

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Las patronales del transporte discrecional por carretera y de mercancías de Balears englobadas en la FEBT, muestran su preocupación ante la falta de chóferes de cara a la próxima temporada de verano. En su opinión, esta situación afectará a la calidad del servicio y, en consecuencia, puede impactar de forma negativa en la imagen turística de las Islas, ya que entre ambas asociaciones se necesitan, como mínimo, 300 profesionales.

El presidente de la Agrupación Empresarial Servicio Discrecional de Mercancías, Ezequiel Horrach, afirma: «Necesitamos en nuestro sector unos 200 conductores y ahora, que estamos en las semanas previas al inicio de la temporada turística, vemos con preocupación que no vamos a poder abasto a la demanda». Horrach señala que a partir de la Semana Santa «se va a producir un cuello de botella y no podremos cubrir todos los pedidos que nos hagan las empresas para traer productos perecederos y no perecederos desde la Península».

Añade que la situación es crítica y que urge que las administraciones tomen medidas para propiciar que haya más examinadores en las autoescuelas para cubrir esta demanda.

Otro problema añadido es que los conductores de camiones de transporte de mercancías y de transporte discrecional por carretera necesitan acceder a los carnets tipo C, D y E.

«La falta de subvenciones por parte de la administración autonómica imposibilita que muchos jóvenes no puedan acceder a las pruebas en las autoescuelas, ya que su coste oscila entre los 3.000 y 4.000 euros por carnet. Parece como si a nadie le interesara esta cuestión que afecta a todo el tejido productivo balear y prevemos un verano muy complicado y con más problemas de los que registramos en 2022», enfatiza Horrach.

El presidente de la Asociación de Transporte Discrecional por Carrera y de la Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT), Rafael Roig, resalta que las empresas de autocares que transportan turistas «necesitan unos cien conductores para no tener problemas en los traslados a hoteles y en excursiones».

Roig enfatiza que el sector del transporte, por el impacto de la pandemia, necesita conductores: «Estamos todavía a tiempo de que este problema no se agrave en los próximos años, ya que la edad media de los conductores supera ya los 50 años. Ahora, lo más acuciante es que las autoescuelas dispongan de profesionales para formar y examinar a los que optan a los carnets específicos para llevar autocares y camiones de mercancías».