El refrán ‘en casa de herrero, cuchillo de palo' no funciona para Toni Clar. Dirige Ambit energía, una empresa que ofrece servicios y soluciones de energías renovables, movilidad sostenible y eficiente, y ha convertido su hogar en un reflejo de su conciencia ecológica y de las múltiples posibilidades y ventajas de las renovables. Vive con su mujer y sus hijos en una casa autosuficiente 100 por 100. No hay muchas en Mallorca, pero el interés no deja de aumentar.
«A la arquitecta le pedimos una casa accesible, poder almacenar el agua de lluvia mediante un aljibe de pluviales ubicado en el porche, así como que energéticamente fuera lo más eficiente posible. Lo estamos consiguiendo. Pagamos una media de tres euros al mes en nuestra factura de la luz. Somos autosuficientes», señala orgulloso.
No es moco de pavo esta cifra. Son cuatro en casa y hay dos coches en el garaje, ambos eléctricos, que se cargan cuando hace falta. Y aún así, todos los días tienen excedente de energía que vierten a la red eléctrica. Ver para creer. «Nunca falta agua caliente para ducharnos y ponemos la calefacción cuando hace falta», explica el dueño con sorna, porque es una de esas preguntas que le hacen los que desconocen las bondades del autoconsumo en casa.
El precio disparado de la luz, aunque parece que ya nos hemos acostumbrado a esas facturas desorbitadas, ha hecho que muchas familias se interesen por el autoconsumo Lo confirmaba hace unas semanas Asinem, organización que integra a todas las empresas de instalación eléctrica domiciliadas en Balears y reconocidos por la Administración Pública competente. Aseguran estar desbordados, en buena parte por el boom de las placas solares. Los principales problemas a los que se enfrentan, el aumento de la demanda y la falta de personal. Calculan que necesitarían 1.000 trabajadores más para atender la demanda. Ahora hay 3.000 en las Islas.
Cuando uno llega a la vivienda de Toni Clar, se da cuenta de que es diferente. No solo por la cantidad de luz que entra por todas partes, también porque en plena ola de frío se está a gusto sin necesidad de poner la calefacción. «Utilizamos un sistema de aislamiento térmico para el exterior para aislar la casa; además, las ventanas están retranqueadas un metro para proteger la casa del sol en verano y calentarla en invierno. Pierdes metros, pero ganas confort», explica Toni Clar.
En cuanto a la energía, este inmueble cuenta con 35 placas solares repartidas por el tejado de la casa, mientras que un conversor transforma la energía continua que producen las placas a alterna para que la vivienda funcione. Pero Toni Clar no quería solo producir, muy en boga en estos tiempos, quería autogestionarla. Por eso instaló una batería en su garaje para lograrlo.
«Estoy convencido de que es el futuro. No me convence esa obsesión que hay de construir grandes parques de placas solares en el campo, es la autogestión de cada hogar de la energía que produce. Piénselo. Las placas producen energía durante el día, mientras todos estamos fuera de casa, en el trabajo o los niños en el colegio. Carga a tope pero si no tienes una batería, la entregas a la red y recibes una compensación mínima; en cambio, si cuentas con una batería, vas acumulando y la utilizas por la noche, cuando ya estás en casa y más necesitas poner en marcha electrodomésticos, la calefacción... y el precio de la luz es más caro de noche».
¿La inversión inicial que supone una instalación como la que tiene sale rentable? Con el aumento del precio de la luz, lo está siendo, pero como explica el instalador, no hace falta semejante instalación. «Una familia de tres miembros que vive en un piso en 90 metros en Palma va sobrado con ocho placas solares y una batería. Y el coste no es tan caro como mucha gente se piensa, unos 8.000 euros por las placas y otros 8.000 por una batería de 10 kilovatios. Y ya puedes autogestionarte. Y si no puedes poner tantas, coloca solo dos. Merece la pena. A la larga terminas ganando», finaliza.
En un mundo ideal, esta casa sería ideal.
La realidad es que la mayoría de personas vivimos en pisos y apartamentos, no hay sitio donde poner los paneles para todos los vecinos y si alguien tiene un espacio dedicado a ello a lo mejor no puede pagar la inversión que cuesta. Aunque hayan subvenciones no siempre están al alcance de todos.
2 comentarios
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Que facil es ser ecologista cuando sobra la pasta .
En un mundo ideal, esta casa sería ideal. La realidad es que la mayoría de personas vivimos en pisos y apartamentos, no hay sitio donde poner los paneles para todos los vecinos y si alguien tiene un espacio dedicado a ello a lo mejor no puede pagar la inversión que cuesta. Aunque hayan subvenciones no siempre están al alcance de todos.