Los datos que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística señalan que a 1 de julio de este año vivían en las Islas un total de 1.232.270 personas, 8.290 más que seis meses antes. Eso significa que Balears puede acabar el año doblando ese número. Lo más significativo de estas cifras es que las Islas perdieron población autóctona porque hubo más muertes que nacimientos (un total de 523) y porque se fue a la Península más gente de la que vino (400).
Es decir, de no ser por la llegada de extranjeros, Baleares estaría en estos momentos en la situación de pérdida de población. La cifra de llegadas de personas procedentes de otros países no ha parado de crecer desde que el INE tiene datos, aunque con una excepción. En el año 2013, la población de Baleares se redujo porque mucha de la inmigración que llegó a las Islas con la economía en unos datos de crecimiento que superaban las dos cifras se volvieron a sus países cuando todo se torció.
A Baleares llega en estos momentos un número de extranjeros que se acerca a los años del crecimiento desbocado, antes del ‘crack' inmobiliario de 2008. Hay que remontarse hasta el año 2004 para encontrar un nivel de inmigración extranjera similar al de estos seis primeros meses del año. Por lo que respecta a los ciudadanos sudamericanos, la evolución de los residentes en las Islas ha formado una N, con un intenso crecimiento entre 2002 y 2009, un desplome a partir de la gran crisis inmobiliaria y un nuevo repunte en estos años, a pesar de la pandemia. Los datos son los siguientes: en 2002 vivían en las islas 20.551 sudamericanos, que, siete años más tarde, en 2009, ya eran 62.706, es decir, más del triple.
La crisis económica enfrió la inmigración desde Sudamérica a las Islas y, en el año 2016, la cifra había descendido hasta los 34.843. Seis años más tarde, viven en Balears 57.641 sudamericanos, casi los mismos que durante su cifra más alta. Los datos que ha facilitado el INEno detallan por ahora las nacionalidades concretas de los que llegan a Baleares.
Lo que sí deja claro esta estadística es que Balears sigue estando en el grupo de la España que se llena. En estos seis primeros meses del año, es la comunidad con un mayor aumento porcentual frente a territorios, como Asturias, Castilla y León y Extremadura, que pierden población porque hay muertes que nacimientos y porque la llegada de extranjeros no basta para compensar.
Baleares pierde residentes peninsulares: se han ido más de los que han llegado
La estadística de INE refleja otro dato curioso: Balears ha perdido residentes peninsulares porque en los seis primeros meses del año se fueron más de los que llegaron. A las Islas llegaron 7.848 ciudadanos de otras comunidades autónomas pero desde aquí se fueron 8.364 residentes a otras comunidades. Las comunidades de donde más migraron hacia las islas fueron Catalunya (1.736), Andalucía (1.655) y la Comunitat Valenciana (1.149). Estas tres comunidades, y por el mismo orden fueron el destino preferido de quienes se fueron de Baleares a otra comunidad autónoma. Comunidades desde las que tradicionalmente se viajaba a Baleares, como Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia tienen cifras de salida hacia las Islas muy por debajo, con 168, 236 y 195 nuevos residentes en Balears, respectivamente.