Las asociaciones vecinales de Son Dameto y Sant Jaume aúnan esfuerzos para ayudar a los refugiados ucranianos a conocer Mallorca. En la foto, dos mujeres integrándose. | M. Ramos / U. Urbieta

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Las familias residentes que acojan en sus domicilios a ucranianos refugiados, o bien que hayan prestado pisos para ellos, podrán acogerse a una línea de ayudas económicas con cuantías que partirán desde los 200 euros al mes. Es una medida planteada por la Conselleria d'Afers Socials y que se enmarca dentro del decreto de medidas extraordinarias y urgentes para paliar la crisis económica y social y mitigar el impacto de la guerra. Es una medida con efecto retroactivo al 1 de marzo que se extenderá hasta finales de año.

«El decreto ley que se aprobó para la crisis ucraniana contempla ayudas para los afectados. Desde la Conselleria pensamos en dar apoyo también a la solidaridad de las familias», estas son, las que ofrecen comida y cobijo a estos refugiados, informa la consellera Fina Santiago. El presupuesto para esta medida es de 500.000 euros, «ampliable», añade, en caso de que fuera necesario. Se estima que unas 1.800 personas que han huido de su país estarían viviendo con familias baleares. Asimismo, la medida también incluye una convocatoria de ayudas para entidades que hayan cedido sus espacios para acoger refugiados, a fin de que cubran los gastos.

Los beneficiarios percibirían desde 200 euros mensuales en caso de demostrar que tienen en su domicilio a un ucraniano, 300 euros en caso de acoger a dos refugiados y, a partir de ahí, 50 euros más desde el tercer miembro. La ayuda económica está prevista para que las familias baleares puedan paliar los gastos extra que esta acogida supone. En el caso de entidades –por ejemplo, que una asociación ceda un espacio para familias ucranianas– no recibirán directamente el dinero, sino que se plantearán en forma de subvención para los gastos que generen (luz, agua).

La medida destaca otro tipo de perfil: familias que acojan a menores que hayan vivido anteriormente con ellos a través de programas de verano, y que su salida haya sido autorizada por sus padres. Para ser beneficiario de esta ayuda, se deberá demostrar la titularidad de la casa donde se hospedan y que los ucranianos sean reconocidos con la protección temporal y el empadronamiento. «Balears es la primera comunidad que saca ayudas para las familias que acogen ucranianos», asegura Santiago.