Prácticamente todos los sectores productivos se han visto alterados desde que se decretó el estado de alarma el pasado 15 de marzo y están inmersos en una situación de incertidumbre al no saber cuando finalizará exactamente y de qué forma podrán reprender su actividad. La mayoría de empresas de Baleares pertenecen, además, al sector servicios y gran parte están vinculadas al turismo, al comercio y a la restauración, actividades que están paralizadas prácticamente por completo.
Por otra parte, la incertidumbre de cuándo podrá empezar la temporada turística de este año y hasta cuando durará provoca muchas dudas entre los empresarios de las Islas que deben incluir en los ERTE a todos los fijos discontinuos, con independencia de que ya los hayan llamado o no para incorporarse a sus puestos de trabajo. El decreto ley de medidas urgentes aprobado por el Gobierno contempla que los trabajadores afectados por un ERTE aplicado por el coronavirus no podrán ser despedidos en un plazo de seis meses una vez que se hayan reincorporado al trabajo.
Precisamente PIMEM ha solicitado al Govern que plantee una reformulación de esta cuestión al Gobierno central. «No se tienen en cuenta ciertas características autonómicas y actividades sectoriales que propician un tipo u otro de contratación. Baleares es una comunidad con una alta estacionalidad y muchas empresas desempeñan su actividad durante los meses de temporada alta», indicó en un comunicado la patronal que preside Jordi Mora.
Empresas del transporte turístico de las Islas también plantearán esta cuestión al Govern ya que aseguran que si la actividad se reanuda a mediados de verano, en noviembre, cuando no habrán transcurrido seis meses, la temporada turística finaliza de nuevo en Baleares.
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Para hacer horas extra y no pagarlas y ahora en vez de mantenernos un erte mucha empresa cara dura y las de reparto de bebidas ni os cuento