Entre 2018 y 2019 IB-Salut ha convocado oposiciones para más de 64 categorías profesionales de personal sanitario y no sanitario. A día de hoy ya se ha desarrollado el 70 % y han terminado los exámenes de 22 categorías. Un total de 20.242 aspirantes se han presentado a 3.457 plazas. Y mientras se siguen convocando exámenes, se está formando un cuello de botella en la administración que debe baremar los méritos de los que pasan a la segunda fase del concurso, de ahí la dilación en todo el proceso.
«Yo creo que han triplicado los recursos, pero no bastan», explica Juan desde UGT. El delegado sindical alerta de que esto es sólo el principio, ya que después de más de una década sin convocar oposiciones en sanidad recuerda un acuerdo de la mesa sectorial por el que habría que hacerlas cada dos años.
Si a la oferta de empleo pública se le suma el compromiso de actualizar la baremación de la carrera profesional que lleva pendiente más de dos años, o el de puntuar la aportación de méritos para la bolsa única de empleo, «habrá que hacérselo mirar», advierte Toni Juan. «Con los medios tecnológicos que tienen no hay posibilidad de salir adelante», critica.
«El esfuerzo a nivel de infraestructura ha sido enorme», reconoce el representante de los médicos, Miguel Lázaro, quien no duda en alabar la gestión del director de Recursos Humanos del IB-Salut, Gabriel Lladó. «Han hecho muy buena tarea, pero en las oposiciones hay luces y sombras», explica. Y es que todavía está sin baremar la oposición de Atención Primaria. «Se necesitaban unos 350 médicos de familia, convocan 191 plazas, se presentan 400 y aprueban 117. Ha sido la única comunidad en la que siguen faltando facultativos. El examen fue un gol en la propia puerta del IB-Salut», se queja. Ahora las plazas han vuelto a salir en oferta complementaria.
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