La alarma saltaba el martes día 9 de octubre de 2018 sobre las 18:00 horas en Sant Llorenç. En poco tiempo cayeron unos 222 litros por metro cuadrado, una cifra récord con efectos desastrosos. El pueblo fue uno de los municipios más afectados aunque en todo el Llevant la tromba de agua hacía estragos.
Los vecinos tienen grabado en su memoria este fatídico día y a medida que se acerca la efemérides los sentimientos se encuentran a flor de piel. Recuerdan como el torrente de Sant Llorenç se desbordó y el caos se adueñó en un instante de las calles. El pueblo quedó totalmente incomunicado. Los teléfonos no daban señal y todos estaban muy preocupados por el destino de sus familiares.
Las imágenes que se iban sucediendo eran terribles. Coches flotando, vecinos atemorizados en las azoteas, casas con más de un metro de agua y barro... imágenes de una catástrofe sin precedentes.
Se avecinaba una noche muy larga y nadie esperaba la magnitud de esta tragedia. A medida que la situación empeoraba se empezó una gran movilización. A las 19.12 horas se activó el nivel IG1 del Plan Especial de Protección Civil pero como el número de llamadas al 112 aumentaban por momentos se pasó al nivel IG2 con la activación de todo el protocolo. Todos los cuerpos de seguridad y diferentes agrupaciones se desplazaron hasta el lugar para dar su apoyo. Actuaron entre otros Protección Civil, el Samu, Policía Nacional, Emergencias, la Policía Local, Guardia Civil, además de un gran número de voluntarios, organismos y entidades solidarias. También se incorporaron miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además, durante los primeros días se vivió una oleada de solidaridad desde diferentes partes sin precedentes. Gente anónima se desplazó hasta la localidad, asociaciones, clubs d'esplai, entidades, comerciantes de toda Mallorca se volcaron con la tragedia y ayudaron en mayor o menor medida.
Muchos ofrecieron sus casas y se abrieron polideportivos e instalaciones municipales de la comarca para acoger a los que habían perdido sus casas o pertenencias. Profesionales de diferentes sectores: arquitectos, ingenieros, psicólogos... también estuvieron para dar su apoyo a los damnificados. Los hoteleros pusieron su grano de arena dando alimentos, muebles y otros enseres.
Hubo conciertos, actuaciones y diferentes actividades en toda Mallorca para recaudar fondos. El tenista Rafel Nadal donó 1 millón de euros y en total, en Sant Llorenç, se recaudaron unos 2,8 millones de euros. De estas donaciones, en la actualidad, un 80 por ciento, según fuentes del Ajuntament, ya están repartidas y el resto queda pendiente de presentar las justificaciones.
Asociación
Pocos meses después de la torrentada, se constituyó l'Associació d'Afectats per la Torrentada. Forman parte de ella más de 200 personas que siguen al pie del cañón para que se tomen las medidas adecuadas para minimizar los efectos de una hipotética torrentada y que no vuelva a suceder. La vicepresidenta de la asociación, Bàrbara Servera, comenta que «la gente tiene ganas de dejar todo atrás, de recobrar la normalidad, pero nosotros unimos fuerzas y el principal objetivo es velar para que se tomen medidas. Insistimos e insistiremos ante las instituciones que hay que poner en marcha todas las herramientas de prevención».
El alcalde, Mateu Puigrós, destaca que «desde el Ajuntament se han realizado 14 proyectos para reparar las infraestructuras, a parte de toda la gestión ordinaria. Seguiremos trabajando para la mejora hidráulica de la zona».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.