El conseller Marc Pons durante una intervención en el Parlament el pasado julio.

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El Govern calcula que más de 3.000 familias de Balears podrán acogerse al nuevo plan de ayudas al alquiler de vivienda, que comenzará a partir del lunes, pero con efectos retroactivos a 1 de enero de este año. El Govern subvencionará hasta el 50 por ciento del alquiler en función de la tipología de las familias y de los ingresos y este año se da la particularidad de que podrán solicitar la subvención quien pague alquileres inferiores a 900 euros.

Hasta el año pasado el precio tope que fijaba el Govern era de 600 euros, excepto en Eivissa, pero la escalada de precios de los alquileres ha empujado al Govern a elevar esa cantidad hasta los 900 euros.

El conseller de Territori, Marc Pons, explicó que el Govern destinará 7,4 millones de euros a las ayudas al alquiler, que supondrán u máximo de entre 330 o 360 euros al mes o entre 4.000 y 4.300 euros al año.

El conseller reconoció que el precio de los alquileres es muy elevado, pero no se atrevió a hacer un balance de los efectos que ha tenido la entrada en vigor de la ley turística sobre estos precios.

Las limitaciones al alquiler turístico buscaban, entre otros propósitos, favorecer un descenso en el precio de los alquileres pero el conseller opinó que es un poco pronto para ver si estos objetivos se han cumplido.

Más viviendas

En cualquier caso, sí destacó el esfuerzo que está haciendo el Govern en materia de vivienda, que también pasa por la construcción de nuevos pisos de protección oficial que, con el cambio de ley, ya no perderán nunca esta condición.

Pons reiteró que el Govern invertirá 88 millones de euros en construcción de vivienda en los próximos cuatro años para garantizar el acceso a las personas más necesitadas.