Este martes se ha producido en el Port de Pollença, en la playa de Llenaire, otra muerte de un perro por envenenamiento. En esta zona hay un área habilitada para mascotas en temporada turística y una vez finalizada está permitido llevar animales por toda la playa.
Un vecino de la zona costera paseaba con el can por la playa, donde, según indican, tiempo después de iniciar el paseo el perro se acercó a su dueño con temblores, acto seguido lo trasladó hasta el veterinario, que indicó un posible caso de envenenamiento.
La regidora de Medio Ambiente, Maria Buades, informó que tenían constancia del caso pero que no disponían de información al respecto ya que estaba en manos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
Cabe recordar que en junio de 2013 ya se produjeron dos muertes de perros por envenenamiento.
En su momento el Ajuntament de Pollença cerró cautelarmente el área habilitada para mascotas.
El Consistorio abrió una investigación pero no detectó rastros de veneno.
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