La organización ecologista Greenpeace ha desplegado este miércoles barreras anticontaminación junto a la reserva natural de Es Vedrá para denunciar los riesgos que tendría para Ibiza y el conjunto del Mediterráneo la autorización de prospecciones petrolíferas en las proximidades de Baleares.
Según ha informado Greenpeace, a primera hora de la mañana un grupo de los activistas que viajan a bordo de su buque Rainbow Warrior ha extendido sobre el agua una línea de boyas de contención de vertidos de 100 metros de longitud.
La acción simbólica forma parte de la campaña emprendida por la asociación proteccionista para denunciar los peligros de que el Gobierno autorice los proyectos de búsqueda de hidrocarburos en el entorno marítimo de Baleares planteados por varias compañías.
En concreto, los ecosistemas de los islotes protegidos de Es Vedrá y Es Vedranell, situados al oeste y sudoeste de Ibiza, estarían plenamente expuestos a la contaminación por hidrocarburos «en caso de una posible marea negra producida por el proyecto de extracción de petróleo que la empresa Cairn Energy pretende desarrollar a unos 30 kilómetros» de la isla pitiusa, subrayan los ecologistas en un comunicado.
Los activistas del Rainbow Warrior, que atracará esta tarde en el puerto de Ibiza, han desplegado las barreras al tiempo que exhibían pancartas con lemas contra las prospecciones tanto en el agua como entre los mástiles del buque.
«Autorizar prospecciones en estas aguas es una irresponsabilidad y supone una catástrofe para el medio ambiente, la economía y la sociedad de Baleares. Sobre todo cuando existen alternativas sostenibles basadas en las energías renovables», ha manifestado el portavoz de Greenpeace, Julio Barea.
El representante ecologista ha instado al Gobierno a «dejar de anteponer los interese particulares de las empresas petroleras» al interés del conjunto de la sociedad.
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