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Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ya ha abierto 442 expedientes disciplinarios a los controladores que se han ausentado de su puesto de trabajo desde el pasado viernes, según ha anunciado el ministro de Fomento, José Blanco.


En rueda de prensa, Blanco ha detallado que "muchos" de estos expedientes ya se han notificado a los controladores, cuyo comportamiento calificó de "altamente irresponsable".

El ministro ha explicado que la apertura de estos expedientes disciplinarios es independiente de las actuaciones que lleve a cabo la Fiscalía.

"Las leyes están para cumplirlas", ha destacado Blanco al respecto, quien ha precisado que si se incumplen, el peso de la ley puede recaer "sobre un controlador, el ministro de Fomento o cualquier ciudadano".

La apertura de un expediente disciplinario "puede tener muchas consecuencias" según ha explicado el ministro, desde apartar "definitivamente" del puesto de trabajo al controlador, hasta el cierre del expediente "sin ningún tipo de sanción" pasando por la suspensión de empleo y sueldo.

En cualquier caso, Blanco ha adelantado que se valorarán todos y cada uno de los casos "de manera individualizada" y ha recordado que la mayor parte de los expedientados alegaron que no se encontraban en disposición de trabajar por motivos de salud sin aportar pruebas médicas, e incluso sin someterse a la inspección médica por parte de los servicios de AENA.

En otros casos, los expedientados no acudieron a su puesto de trabajo "porque entendían que ya habían cumplido las horas efectivas que establecía la ley". Un comportamiento que, según ha explicado el ministro, es distinto si se aplica a aquellas personas que abandonaron el puesto con anterioridad a la publicación del nuevo decreto, y las que lo hicieron con posterioridad a la entrada en vigor de la normativa "que clarifica con toda exactitud el computo de las horas de trabajo".

En cualquier caso, los expedientes pueden archivarse en algunos supuestos, en otros pueden dar lugar a la suspensión de empleo y sueldo, y en otros casos a la expulsión definitiva en relación al lugar donde prestan su trabajo los controladores expedientados, ha insistido el responsable de Fomento.

Blanco ha indicado que se está normalizando el tráfico aéreo a lo largo del domingo, ha agradecido el comportamiento de los ciudadanos afectados, a los que pidió disculpas, y ha asegurado que el Gobierno no va a permitir que sucedan de nuevo unos acontecimientos como los vividos en los aeropuertos españoles desde el viernes.

Controladores supuestamente amenazados por guardia civiles

El ministro de Fomento, José Blanco, ha afirmado que algunos controladores tendrán que probar sus afirmaciones en la que aseguraron que fueron amenazados por guardias civiles para que se reincorporaran a su puesto de trabajo.

"Yo comprendo que el estado de ansiedad y de shock de algunos les haya llevado a hacer afirmaciones que en todo caso tendrán que probar", ha indicado en rueda de prensa en la sede del Ministerio de Fomento.

El portavoz del sindicato de controladores USCA en Baleares, Javier Zanón, denunció ayer sábado que la Guardia Civil "ha obligado a trabajar a punta de pistola" a algunos compañeros suyos que se encontraban descansando en el centro de control de Son Sant Joan, bajo "la amenaza de llevarlos al calabozo".

Zanón explicó, en declaraciones a Europa Press, que agentes de la Benemérita llegaron por la mañana a las salas de control, donde estaban "descansando" algunos controladores, a quienes condujeron "a punta de pistola" a la sala de operaciones del centro de control, donde les obligó a sentarse, bajo la amenaza de detenerlos en caso de que se negaran.

El ministro ha explicado que todos los guardias civiles llevan pistola, por lo que "una cosa es decir que un guardia civil lleva una pistola, que es una situación normal, y otra cosa es decir, yo no he entendido que haya dicho eso, que la había utilizado para amenazar".

En cualquier caso, Blanco ha considerado que los controladores que ayer dijeron que había sido amenazados con una pistola por guardias civiles "tendrán que responder de sus declaraciones".

El ministro dijo suponer que la razón que llevó a los controladores a volver a su puesto de trabajo ayer sábado, una vez aprobado el decreto que declaraba el estado de alarma, era "la obediencia" a una situación decretada por parte del Consejo de Ministros "que obligaba" a incorporarse a su puesto de trabajo.