Miguel Angel Sicilia en su despacho de Maó.

TWL

Hablar de vivienda en Menorca es abrir un debate que parece no tener fin. Sin embargo, para el presidente del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Menorca, Miguel Ángel Sicilia, la clave no está en prolongar la discusión, sino en implementar soluciones reales. «Estamos cansados de las mesas de debate donde todos identifican problemas, pero nadie habla de soluciones», sentencia con contundencia.

Una de las problemáticas recurrentes en la isla es la falta de suelo disponible para edificar. Pero, ¿su escasez es real? para el presidente, la respuesta es más compleja. «Tenemos más suelo que dinero y más dinero que confianza. Eso es lo que realmente nos paraliza, la falta de seguridad jurídica», afirma. La confianza, según él, se debería traducir en promulgar un plan de vivienda claro, que detalle qué se construirá, dónde y cómo se financiará. Sin embargo, esta visión a largo plazo no existe y lo que sobresale, según su opinión, es el impacto de normativas restrictivas que encorsetan el desarrollo inmobiliario para solucionar un problema real. «La administración pública parece que ni quiere ser rápida, ni dar garantía, ni tampoco quiere salir a inspeccionar», añade.

En este sentido, el Decreto de Medidas Urgentes, hoy convertido en ley que ha promovido el Govern Balear y que permite actuaciones como la división de pisos grandes en unidades más pequeñas, el aumento de alturas en ciertas zonas o la transformación de locales en viviendas representa un pequeño avance pero, que por sí solo, no soluciona el problema de acceso a la vivienda. «La vivienda no puede mirarse como un problema de actualidad, sino como un reto social de largo recorrido. Debemos dejar de discutir y empezar a construir, literal y metafóricamente», comenta. Para Sicilia, la clave está en un cambio de mentalidad colectiva y política que permita afrontar los desafíos con soluciones tangibles y sostenibles.

El máximo representante del Colegio de Arquitectos Técnicos también propugna un cambio en los proyectos que impulsa el IBAVI en Menorca, que se han hecho con una mentalidad faraónica, donde ha primado la estética pero que son poco prácticos y con un alto coste de mantenimiento. «El mantenimiento en todos estos proyectos brilla por su ausencia. En Santa Ana, en Es Castell, de marés o en Vía Ronda de Maó con cristal y madera», afirma. «Este drama se agrava con el mercado de alquiler, con una Isla que tiene viviendas vacías durante gran parte del año, mientras las necesidades habitacionales crecen», comenta.

Ante esta situación, surgen alternativas como el coliving, «una solución interesante para los jóvenes o los trabajadores temporales porque este modelo, permite compartir vivienda bajo una normativa específica», explica. «He tenido clientes interesados en convertir edificios en viviendas compartidas para su personal pero es una lástima que la administración, no facilite este tipo de proyectos con la rapidez necesaria», sentencia.

DATOS 2024. Según datos oficiales del Colegio de Arquitectos Técnicos de Menorca, en 2024, el número de visados en la Isla creció un 15%, con presupuestos ejecutados que pasaron de 113 a 133 millones de euros. «Menorca sigue sin tocar techo en cuanto a recorrido del sector de la construcción», afirma Sicilia. «Aunque el sector muestra signos de recuperación desde la crisis financiera de 2008, está lejos de alcanzar los niveles previos a la pandemia», detalla. «Estamos por debajo de 2019, pero por encima de 2020 y 2021», explica el presidente.

«Mallorca ha descendido en obra nueva ejecutada pero aquí todavía hay mucho recorrido. Continuamos estando de moda, seguimos siendo menos caros a ojos de otros destinos codiciados y la demanda existe. Es verdad que se ha frenado el mercado con la velocidad de crucero que llevaba y que por otro lado, Menorca expulsa todo aquello que sea lujo y ostentación, pero no se ha tocado techo económico», afirma. «Los constructores tienen la cartera de encargos llena para todo el año y un proyecto engancha a otro proyecto. Para ponerte un ejemplo, en noviembre licitamos un trabajo de un millón de euros a siete constructoras y solo dos me dijeron que podían o les interesaba. Hay tanta demanda que en Menorca somos 86 arquitectos técnicos colegiados y si se inscribieran 40 más, habría trabajo para todos», comenta.

TRANSFORMACIÓN. El sector de la construcción también está en plena transformación. «El modelo de construcción tradicional, tal y como lo hemos conocido hasta la fecha, está muerto», asegura Miguel Ángel Sicilia. La industrialización, con viviendas prefabricadas que se ensamblan en obra, está marcando la pauta ante una nueva realidad de falta de mano de obra que no hay ni en cantidad ni en calidad, y que tampoco va a existir en un futuro.

Este nuevo enfoque, además, no solo reduce costes y plazos, sino también la huella ambiental, adaptándose a las nuevas exigencias de sostenibilidad. «En Menorca ya hay ejemplos de estas prácticas, y los arquitectos técnicos somos los profesionales que estamos abanderando este cambio porque conocemos todo el proceso ejecutivo de principio a fin», comenta. «Ahora vamos a la fábrica a certificar los procesos y luego llegan a la obra las piezas para ensamblar. Es un futuro inevitable donde ante la falta de persona en obra, el sector ha encontrado su propia solución», comenta. «Otra cosa son los industriales o los oficios, llamemos carpinteros, fontaneros o electricistas, que también escasean pero por suerte, ya empieza a haber una generación de gente joven de 30 años que está apostando por este tipo de trabajo por su cuenta que es menos dura que tener que poner hormigón y que les permite una calidad de vida», explica.

EL PAPEL DEL COLEGIO. Desde 2022, el Colegio de Arquitectos Técnicos de Menorca no solo supervisa proyectos constructivos sino que también actúa como Punto de Información Catastral, ofreciendo asesoramiento a los ciudadanos sobre alteraciones catastrales y ayudando a plasmar la realidad física de las propiedades en los registros. «Antiguamente estaban únicamente las oficinas del catastro donde poder realizar trámites relacionados con consultas de información catastral o inscripción de alteraciones, pero esta es una labor que ahora, ya también los ciudadanos pueden hacer a través nuestro. Este último trimestre de 2024 hemos acabado de poner en marcha definitivamente el servicio, convertidos también en punto de asesoramiento», explica Miguel Ángel Sicilia. Además, el Colegio está haciendo una apuesta por la tecnología y la inteligencia artificial (IA) como herramientas clave para el futuro. «La IA no nos va a sustituir sino que nos ayudará a mejorar los procesos constructivos y el control de los costes», afirma. La incorporación de aplicaciones que optimizarán la gestión de recursos y materiales, serán determinantes para un sector que busca innovar sin perder su esencia.