Estamos a mediados de noviembre y el otro día me crucé con unos turistas haciendo senderismo. ¿Están satisfechos de cómo han ido las cosas esta temporada?
En general, estamos satisfechos. Podríamos hablar de una temporada muy parecida al año pasado.
¿Se ha consolidado definitivamente el turismo activo en Menorca?
Creo que podemos hablar de un sector totalmente consolidado e integrado en el destino. Parece que ha calado la idea entre los visitantes de esta Menorca amable donde poder disfrutar de la naturaleza y del entorno.
Cree que todavía estamos bajo los efectos de la postpandemia en la búsqueda de un refugio en la naturaleza a través de las experiencias?
Si bien es cierto que tras la pandemia la gente se refugió mucho en la naturaleza y en las actividades al aire libre, no creo que esta tendencia vaya a revertirse. Creo que es una actitud y una manera de vivir el tiempo de ocio que ha venido para quedarse.
Hace unos días presentaban a nivel nacional un decálogo de compromisos y buenas intenciones de las empresas que forman Menorca Activa. ¿Qué pretenden con este manifiesto?
Pretendemos dar a conocer a los menorquines y a los visitantes qué es lo que nos mueve a hacer nuestro trabajo de la manera que lo hacemos. Siendo respetuosos con la isla, cada empresa trabaja, dentro de su ámbito, de la mejor manera posible para que su actividad se pueda seguir desarrollando en las mismas condiciones en las que lo hace actualmente durante varias generaciones. Todos pensamos en proteger el entorno que nos permite desarrollar nuestra actividad, en cuidarlo para que siga siendo la Menorca que conocemos. Creímos que era necesario establecer unos criterios que nos definan como empresas sostenibles, adaptadas al medio y que aporten un beneficio a la isla, no solo beneficios económicos a las propias empresas.
¿Estamos convirtiendo la sostenibilidad en un greenwashing?
Sinceramente creo que sí, y deberíamos mantenernos muy alerta ante esta realidad. El concepto de sostenibilidad se está convirtiendo en un concepto muy manido y en algunas ocasiones, se utiliza con fines puramente de promoción. Cuando nos planteamos redactar el manifiesto, en cierto modo nos dio un poco de miedo caer en esta trampa porque lo estamos viendo cada día en empresas grandes que se visten de sostenibles y de respetuosas con el medio ambiente y cuando rascas un poco, ves que son más de lo mismo. En nuestro caso, las empresas asociadas a Menorca Activa son pequeñas, locales, muy arraigadas a la isla, y si todo fuera fachada, nos estaríamos tirando piedras en nuestro propio tejado. Al fin y al cabo, Menorca es nuestro escenario, donde desarrollamos nuestra actividad, y si no la respetamos, nuestros negocios tendrán muy poco futuro. Conozco personalmente a todos los asociados, y si algo tenemos en común es el amor profundo por esta isla.
¿Cuál cree que es la percepción del turismo activo con los propios residentes?
Los menorquines son muy buenos clientes de las empresas de turismo activo. Les gusta pensar que en esta época del año, les toca a ellos disfrutar de nuestra isla y es cuando empiezan a contactar con nosotros para realizar alguna actividad en familia o con amigos.
El otro día presentaron desde el Consell Insular de Menorca una nueva página web sobre el Camí de Cavalls para mejorar su divulgación y su aprovechamiento pero usted siempre se ha lamentado de la falta de mantenimiento que sufre. ¿Podemos morir de éxito?
Estamos corriendo un riesgo para mi gusto demasiado alto. No veo que se estén dando pasos para mantener el camino y para recuperar partes que están ya muy deterioradas. No tenemos noción de cuántas personas son usuarias, no sabemos qué impacto tienen las actividades que en él se realizan sobre el estado de conservación ni estamos preparados para protegerlo ante los fenómenos atmosféricos cada vez más extremos. Creo que si no nos ponemos las pilas, llegaremos tarde y el Camí de Cavalls podría haber sido una realidad solamente para una generación.