Las e-bike están ayudando a disfrutar mejor de la bicicleta en Menorca, ya que ayudan a afrontar los desniveles que tiene la Isla. | Gemma Andreu

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Dicen que por tamaño y orografía, Menorca reúne las características ideales para poder descubrirla en bicicleta, sea por la costa o adentrándose en sus bosques y barrancos. Aunque sin duda el recorrido más famoso es el Camí de Cavalls, con 185 kilómetros de sendero circular que bordean toda la isla, hay que tener en cuenta que para afrontar algunos de sus tramos sobre las dos ruedas, se requiere de una cierta forma física y de habilidad técnica para poder superar los desniveles pedregosos con garantías. Sin embargo, la irrupción de la movilidad eléctrica está contribuyendo a que la Isla haya experimentado un crecimiento de la demanda en estos últimos años, un cambio de tendencia que conoce muy bien Alberto Preto, propietario de la empresa A Roda, que durante todo el año ofrece servicios de alquiler a turistas y visitantes.

ORÍGENES. A Roda abrió sus puertas hace doce años en Alaior como tienda y taller de ciclismo. Un espacio de cien metros cuadrados ubicado en el polígono industrial desde donde Alberto Preto, Tito para los amigos, quería ofrecer un servicio profesional de venta y reparación de bicicletas con el objetivo de cubrir un hueco de mercado que no existía en el municipio. Persona apasionada de las dos ruedas desde muy joven, su experiencia personal como corredor amateur, primero en bicicleta de montaña y posteriormente en carretera, le fue conduciendo sin planearlo a regentar un negocio propio que da trabajo a dos personas.

Su trayectoria profesional había estado ligada inicialmente a la mecánica de barcos y posteriormente a la carpintería pero por circunstancias de la vida, decidió apostar por el negocio de las bicicletas. «El servicio de alquiler lo inicié un año después de abrir la tienda. Mi primer propósito era ofrecer un servicio de venta, reparación y puesta a punto profesional», explica Alberto Preto. «Lanzamos una página web desde la que ofrecíamos rutas y excursiones, pero no nos acabó de ser rentable porque entonces había poca demanda», comenta el propietario de A Roda. Al principio, apostaron por la marca suiza BMC pero al comprobar que muy pocos la conocían, decidieron vincularse a Giant, que era y sigue siendo el fabricante más grande del mundo tal y como explica Preto. «El hecho de poder reparar muchas bicicletas y tener que estudiar sus características, te acaba dando un conocimiento profundo y entender cómo funciona todo este sector, donde realmente solo existen tres fabricantes en el mundo y todo el resto son marcas que han innovado más en diseño o en marketing», comenta.

A Roda
Alberto Preto, fundador y propietario de A Roda en su tienda de Alaior que abrió sus puertas en 2012 y que ofrece servicios de alquiler además de venta y reparación.

EVOLUCIÓN. Desde hace ocho años, la introducción de la movilidad eléctrica ha supuesto un cambio de tendencia en el alquiler de bicicletas en A Roda, donde han notado un incremento de esta demanda. «Nosotros contamos con un stock de cincuenta bicicletas de alquiler y hemos ido viendo como cada vez más la e-bike se ha ido imponiendo sobre la pulmonar», explica Alberto Preto.
Reciben clientes de todas partes, desde nacionales a suizos, americanos, argentinos e incluso de Sudáfrica. «La temporada de e-bike en Menorca es fuerte a principios de temporada, en Semana Santa, y luego a finales en septiembre y octubre. En verano lo que más alquilamos son bicicletas de carretera», detalla.

«Habitualmente son pequeños grupos de cinco a seis personas pero hay un poco de todo. Desde A Roda ofrecemos servicio de entrega y recogida de la bicicleta donde nos indiquen», explica. «Las e-bikes han hecho un gran favor a Menorca como territorio, ya que mucha gente llega con la idea de que la isla es muy plana pero, realmente, es un conjunto de toboganes de sube y baja en el que fácilmente puedes llegar a acumular mil metros de desnivel. Nuestro territorio ofrece parajes de gran belleza paisajística para poder disfrutar plenamente tanto de la bicicleta de montaña como la de carretera», añade. «La bicicleta permite descubrir la isla desde otra perspectiva y a la vez de la manera más sana y gratificante para el cuerpo y las articulaciones porque no es un deporte de impacto. En este sentido, la asistencia eléctrica ha abierto un abanico de posibilidades para cualquier persona y como Isla debemos aprovecharlo para potenciar este tipo de turismo activo durante todo el año», concluye Alberto Preto.

RUTAS DE CICLOTURISMO. Más allá del Camí de Cavalls, Menorca cuenta con una excelente red de cicloturismo recomendada para bicicletas de montaña o carretera bien señalizada que privilegia una veintena de itinerarios hermosos y auténticos para descubrir rincones sorprendentes e incluso conocer su parte más rural. Además, el hecho de que no existan grandes montañas también es una ventaja, ya que la gran mayoría de estos itinerarios son ideales para todos los públicos, si bien algunas de estas rutas cuentan con desniveles que aumentan su dureza y dificultad para quien no cuente con un buen entrenamiento físico. Ante esta disyuntiva, la irrupción de las bicicletas eléctricas las ha convertido en el aliado perfecto para superar sin demasiadas dificultades todos estos obstáculos aunque no deje de ser imprescindible, tener que pedalear durante todo el rato.

Para los más valientes siempre estará el reto de llegar hasta la cima del Monte Toro, de 358 metros de altura, una ruta de unos 30 minutos desde el municipio de Es Mercadal que tiene como premio la mejor panorámica de toda la isla. Y para los más deportistas, existe un momento clave en Menorca para su disfrute durante el mes de octubre con la celebración de la Volta Menorca BTT y la Volta Cicloturista Internacional. Dos citas imprescindibles y consecutivas en el calendario de otoño que se convierten cada año en un gran escaparate turístico de naturaleza y paisaje, consiguiendo atraer casi un millar de aficionados.

El apunte

Seis rutas

La Fundación Turismo Menorca recomienda seis rutas. De entre los 21 trazados de diferente dificultad, desde la Fundación Turismo de Menorca recomiendan estas seis rutas principales que recorren la isla de oeste a este.
1. Ciutadella-Ferreries: 16,5 kilómetros de recorrido que pueden realizarse en 2 horas.  En general es una ruta de dificultad fácil, aunque al final hay tramos un poco complicados.
2. Ferreries-Es Mercadal: es una ruta de 15,5 kilómetros de longitud, con una duración aproximada de 2 horas y de dificultad media.
3. Es Mercadal-Alaior: 7,7 kilómetros de dificultad media que pueden recorrerse en 1,5 horas.
4. Alaior-Maó: el recorrido es fácil y son 12 kilómetros que pueden realizarse en 1h 15 minutos.
5. Maó-Es Castell: 8 kilómetros de dificultad fácil que pueden recorrerse en 45 minutos.
6. Es Castell-Sant Lluís: una ruta muy fácil de 6 kilómetros que puede realizarse en 30 minutos.