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Unai Sordo (Barakaldo, 1972) es el secretario general de CCOO desde hace cuatro años. Recientemente ha sido reelegido para liderar el sindicato otros cuatro años.

¿Cree que la mesa de diálogo social ha sido una buena herramienta durante la pandemia?
— Sin duda. Se han consensuado medidas como los ERTE, que con toda seguridad han salvado unos tres millones de puestos de trabajo en España. El coste de asumir temporalmente salarios y cotizaciones sociales de más de 3,5 millones de personas trabajadoras y más de medio millón de empresas no tiene precedente en España. Pero las consecuencias de no hacerlo hubieran sido demoledoras para nuestra gente.

¿Qué acuerdo ha echado en falta?
— Obviamente el de la superación de la reforma laboral. Una norma tan perjudicial para la clase trabajadora debe eliminarse cuanto antes.

¿Cuáles son los principales retos que se marca en la actualidad?
— Impulsar un modelo distinto de relaciones laborales y fortalecer el sistema público de pensiones. Todo ello en la perspectiva de que en la salida de esta crisis se abra paso la construcción de un nuevo contrato social para el Siglo XXI. El modelo de relaciones laborales pasa por reequilibrar la negociación colectiva y el papel sindical; así como por estabilizar la contratación y desterrar el modelo de ‘contrato precario y despido' como fórmula de gestión de las empresas.

¿Qué aspectos de la reforma laboral se deben derogar antes?
— Todo lo referido al debilitamiento de la negociación colectiva. Los convenios sectoriales deben ser el suelo por debajo del cual no puedan fijar salarios los convenios de empresas, o se abre la puerta a explotación despiadada. También hay que tomar medidas para dar estabilidad a la contratación y poner coto a los despidos.

¿Cuáles son los principales retos que debe abordar Balears en materia económico laboral?
— Es indudable que la crisis actual ha evidenciado que la excesiva concentración de la economía balear en la actividad turística puede convertirse en una debilidad ante situaciones como la sufrida. Por ello es imprescindible tomar medidas que diversifiquen la economía, pero también diversificar el modelo turístico más allá del sol y playa. La disminución del desempleo, el aumento y mejora de la contratación, junto con unos salarios dignos deben ser los objetivos prioritarios.