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La celebración del quinto aniversario de la Fundación Impulsa Balears constituye un motivo de felicitación a la institución y de satisfacción para quienes conocemos y apreciamos su trayectoria.

En este periodo, relativamente breve, Impulsa Balears ha sabido encontrar un hueco destacado en el tejido regional. Y lo ha sabido hacer, con dos connotaciones que, creo, son importantes. La primera es que ha sido capaz de aglutinar y fidelizar a 50 entidades empresariales adscritas a sectores representativos del tejido balear. Una masa crítica amplia, diversa y comprometida con el impulso de la competitividad global del Archipiélago. Y lo segundo es que ha seguido una política integradora que se ha materializado en el establecimiento de redes de colaboración y alianzas que se extienden dentro y fuera de nuestras fronteras.

Estas líneas se suman, por tanto, al merecido homenaje al trabajo realizado por la Fundación, con la que la FEHM está totalmente comprometida y alineada en sus objetivos estratégicos en su condición de patrono, pero responden, sobre todo, a una reflexión personal que deseo hacer pública en esta fecha señalada. Y es que, desde que asumí la presidencia de la FEHM, conozco de cerca, no solo lo que hace la Fundación, sino por qué lo hace y, a mi juicio, algo más importante, el cómo lo hace.

Detrás de cada una de estas cuestiones hay rasgos característicos que hacen de la Fundación una plataforma de conocimiento estratégico e interacción regional única en Balears. Sus i|herramientas, sus i|publicaciones, sus i|meetings y otros instrumentos son la base de la que emana la aportación que efectúa a la sociedad y, en particular, al debate económico, que por cierto se encuentra un tanto empobrecido.

Su porqué responde a la misión de facilitar la toma de decisiones de los agentes económicos y sociales y a la configuración de una agenda de transformación productiva con un impacto significativo sobre la competitividad global de Balears, hecho que realza el reto que tienen las Islas de acompasar su nivel de competitividad al nivel de desarrollo al que aspira nuestra sociedad.

Pero, sin duda, el atributo diferencial de la Fundación Impulsa Balears está en cómo opera y que otorga mayor valor a su labor. Su forma de proceder es incremental: lo que hace hoy es la materia prima sobre la que seguir desarrollando la acción del mañana. Con su labor, no busca el impacto inmediato, sino a medio y largo plazo, consciente de que cualquier proceso de transformación requiere tiempo, complicidades, alianzas, generosidad, y mucho, mucho conocimiento y rigor, consciente de que si yerra en su acción presente, hipoteca su acción futura.

Además trabaja con orientación europea no solo por nuestro entorno económico, sino por la necesaria adopción de los nuevos paradigmas que aparecen en un contexto globalizado y disruptivo como el actual.

Nos encontramos en un momento crucial en el que hace pocos días hemos vivido la quiebra de uno de los gigantes de la turoperación, Thomas Cook. Aún no se han calibrado los impactos, pero sin duda, ante este reto mayúsculo del sector turístico, apreciaremos la contribución de Impulsa Balears para una mejor adecuación y aprovechamiento de los recursos, a fin de que todos los agentes de la cadena de valor turístico afronten con solvencia las transformaciones y se refuercen frente a los nuevos desafíos.

Tomar decisiones acompañados por Impulsa Balears es efectivo. En la Federación Hotelera de Mallorca incorporamos los resultados de sus soluciones de vigilancia estratégica relacionados con la competitividad turística. Nuestra gran apuesta de valor para dar un salto cualitativo en los servicios a nuestros asociados, el Monitor de Actividad Hotelera, se ha diseñado e implementado con Impulsa Baleares. Así es como recalibramos el contexto en el que opera el sector hotelero balear, y proponemos y logramos más y mejores consensos entre nuestros asociados y grupos de interés. Y lo que es especialmente importante, estamos convencidos de que contribuimos a forjar un nuevo camino de progreso para nuestras islas.

Quiero acabar como empecé, felicitando al equipo humano de Impulsa Baleares, especialmente a su director técnico, el doctor Antoni Riera, y a todos los patronos que estamos comprometidos con este proyecto ilusionante y necesario. ¡A por muchos retos más!