Imagen de varios productos de creatina expuestos en una tienda especializada de Palma. | F.F.

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Se ha convertido en uno de los productos más demandados y populares en las estanterías de las tiendas especializadas. Entre diferentes suplementos alimentarios, nutricionales o isotónicos, la creatina ha incrementado su nómina de adeptos a la hora de mejorar el rendimiento en los entrenamientos. Se trata de una sustancia que el propio cuerpo humano genera y almacena en sus músculos y células nerviosas, permitida por la normativa antidopaje y que no tiene efectos secundarios de entidad para la salud, estando únicamente prescrito, o al menos contraindicado, para las personas con problemas de riñón y en menores de edad.

Se ha erigido en un suplemento popular entre los deportistas, especialmente los aficionados, aconsejándose el consumo del monohidrato de creatina, más fácil de absorber por el cuerpo, lo que a su vez incrementa y mejora el rendimiento muscular en la actividad física. Se recomienda como complemento y acompañado de una práctica deportiva regular, como soporte en el tratamiento de trastornos en el metabolismo, por pérdida de masa muscular, en pacientes de ELA -esclerosis lateral amiotrófica- o que padecen la enfermedad de Huntintong, pero también para personas que persigan un incremento de la masa ósea.

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La creatina es un compuesto natural formado por tres aminoácidos: glicina, metionina y arginina, que podemos encontrar en nuestro organismo. Se sintetiza de manera natural a través de diversos órganos vitales y aumenta la capacidad muscular para afrontar ejercicios de intensidad y atléticos, favoreciendo la recuperación en lapsos cortos de tiempo, lo que a su vez permite obtener un mayor rendimiento de ese trabajo. No se aconseja consumir cafeína o alcohol durante su periodo de ingesta, pues reduce su efectividad, que crece al ser ingerida junto a carbohidratos.

Efectos secundarios de entidad no tiene la creatina sobre el cuerpo humano, más allá de posibles aumentos de peso por las retenciones de agua e insuficiencias renales en altas concentraciones, por lo que se insta a las personas con patologías en estos órganos no ingerirla, de la misma manera que a los menores de edad. Igualmente, se han desvinculado relaciones como problemas de alopecia o disfunción sexual.

Se puede adquirir en tiendas o farmacias especializadas en nutrición deportiva e incluso en grandes superfícies y también por Internet, dispensándose en cápsulas o en polvo, aunque también puede generarse de forma natural a través de alimentos ricos en creatina, como son las carnes rojas, el marisco o pescados como el bacalao, sin dejar de lado el salmón o los arenques, además de los lácteos y otras carnes como las de pollo, cerdo o conejo y otro tipo de productos como los arándanos.