Cupido es un niño caprichoso que lanza sus flechas sin tener en cuenta el sexo, la raza y mucho menos la edad. Cuando uno es alcanzado por una de sus dardos no es capaz de mirar más allá de esa primera etapa de ensoñación. Después, llega el momento de darse de bruces con la realidad. Todas las parejas tienen sus crisis, retos y obstáculos. Las relaciones idílicas se quedan en las comedias románticas. Y en el caso de las relaciones en las que hay una notable diferencia de edad, pueden ser a priori algo más desafiantes.
La opinión del entorno puede suponer un factor que perjudique esa relación. Los prejuicios, las convenciones o creencias por las que se juzgan llevan consigo frases tópicas como ‘es demasiado mayor para ti' ‘Cuando se canse, buscará a alguien de sus edad' pudiendo provocar conflictos internos.
Los intereses o las prioridades cuando se mantiene una relación con una diferencia de edad considerable pueden ser otro de los inconvenientes. Las inquietudes entre una persona de 30 años y una de 45 son diferentes, y uno puede tener la sensación de estar tirando del otro o de renunciar a ciertas cosas creando posibles disputas. Otro de los posibles inconvenientes es la diferencia generacional. Ideología, educación o creencias pueden ser muy diferentes entre las partes ocasionando discrepancias.
Existen motivos para evitar las relaciones con una brecha significativa de edad. Pero también se dice que el amor es ciego y no entiende de edades. Por lo que quienes acaban teniendo razón son aquellos que se sienten libres de ignorar cualquier tipo de regla en este aspecto. Ejemplo de ello son las siguientes parejas mallorquinas.
Aina Rosselló (22) y Gerardo Fenoll (41) llevan juntos 3 años . Se conocieron en un instituto, estudiando el mismo curso de Formación Profesional. Aina explica que su círculo familiar se sorprendió cuando dijo que había 19 años de diferencia. «Mi entorno me decía que la diferencia de edad era una brutalidad. Al principio, no podían entender qué me gustaba de Gerardo. Pero a medida que ha ido pasando el tiempo y han conocido a mi pareja, todo se ha normalizado y me he sentido muy apoyada».
Para Aina la edad no supone ningún contratiempo y, según explica la joven, «el problema en una relación no son los años, sino la falta de confianza y de respeto mutuo. En las relaciones (independientemente de la edad) hay que saber escuchar, aceptar al otro, estar a su lado, alegrarse por sus éxitos y apoyarse en los malos momentos».
Pepe Bernat (65) e Isabel Soler (53) cumplieron hace unos días 32 años de casados. Tienen dos hijas y una nieta. La pareja se conoció en 1985 en el trabajo. Isabel tenía 18 años y Pepe 30. «En ningún momento mi entorno se extrañó por la diferencia de edad. Cuando nos conocimos, los doce años de diferencia se podían notar más, aunque para nosotros siempre ha sido irrelevante», explica Pepe. Top Peeters (46) y Lidya Quesada (33) llevan juntos dos años. Eran amigos desde hace años y, cuando sus respectivos matrimonios se vieron truncados, ellos dos se encontraron. Con un ‘no' rotundo Tom explica que no se ha visto en la situación de que a alguien le sorprenda la diferencia de trece años que se lleva con Lidya.
Aprender un idioma
Aprender un idioma por amor. Eso mismo hizo Nacho Beltrán (40) cuando conoció a Ábel Rodríguez (22). A Nacho no le hicieron falta las palabras para enamorase de Abel, aprendió la lengua de los signos para comunicarse y están a punto de cumplir un año de relación.
La pareja se conoció cuando Ábel vino a Mallorca de vacaciones. «La gente se sorprende bastante, pero más por el número que por nada más (18 años de diferencia entre ambos). Cuando lo decimos con cifras, sorprenden más», sostiene Abel. «La edad es un simple número y no supone en absoluto ningún problema. Está claro que hay una diferencia generacional considerable, pero poniendo los dos de nuestra parte por el amor que nos tenemos todas estas diferencias se van amoldando», explica Nacho. La pareja señala que su entorno lo aceptó con total normalidad. Se sienten apoyados.
9 comentarios
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El meu cas es que jo vaig quedar viuda als 47 anys, i als 51 vaig coneixer un home 11 anys mes jove que jo, i ja duim 8 anys junts.
Mi mujer es 10 años mayor que yo , llevamos 11 juntos .
Hi ha casos i casos, i especialment situacions i situacions... crec que una vegada s'han complert els 18, o els 20, una diferència inferior a 10 anys és poc ressenyable física i culturalment (20/28, o 32/40 per exemple) perquè a més, poden incloure encara una mateixa generació, ara bé superant els 10 anys i molt especialment a partir dels 15 de diferència, crec que si ja és noten certs aspectes físicis i especialment culturals/ideològics. Així i tot, tot es respectable.
L'home sempre esta temptat en fer estadistiques, peró la veritat és que son nombres frets i la realitat es un altre, tots som mol diferents (per sort) i cada cás es un món, en conec de totes castes i no hi ha gaire diferencia entre les parelles que els separa molts anys que les que no. (també per sort).
En mi caso, yo soy 13 años mayor que mi marido y llevamos 9 años juntos. Al principio choco un poco en nuestro entorno, pero hoy por hoy.... Todo bien y sin importarnos lo que piensen los demás
Contestant a en Joan, dir-li que hi ha molts més casos d'homes majors amb dones més joves que a l'inrevés.Imagin que tot té una base biològica, lligada a la reproducció. Mentre un home pot mantenir la seva capacitat reproductiva durant molt de temps (fins i tot, hi ha hagut pares de 75, 80 anys o més), la capacitat reproductiva de les dones arriba amb la menopausa, que és variale, però moltes dècades abans que l'home perdi la capacitat reproductiva.Així mateix, mentre moltes dones troben encara atractius o molt atractius homes de 50 o més anys, són molts menys els homes joves que se senten atrets per dones de 50 o més anys.Ara bé. És cert que l'edat no té per a què ser una barrera infranquejable. Hi ha casos de dones majors que han tingut (i tenen parelles estables molt més joves),Tant en un cas com en l'altre, això no obstant, els estudis estadístics diuen que les probabilitats de fracàs augmenten amb la diferència d'edat.
Ahora saldréis todos defendiendo el amor libre y aplaudiendo la tolerancia, pero la realidad es muy distinta! Viví en primera persona una relación con alguien mayor que yo y fué una auténtica pesadilla aguantar miradas y comentarios. Una vergüenza lo que tuve que aguantar. A la sociedad a un le queda mucho camino por recorrer en este aspecto
Yo soy 11 años mayor que mi marido y llevamos catorce años juntos...la edad no tiene nada que ver
L'edat no és problema tampoc a l'enrevés, *dones majors que homes* , perquè tots els exemples son homes majors que dones ?.