La interrupción del tratamiento se produciría, según esa fuente, en la semana que comienza el próximo 20 de mayo.
Los abogados señalan que «si esa decisión se ejecutase, Lambert moriría en unos días» e invocan la petición que hizo a Francia hace cinco días el Comité de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad de suspender cualquier decisión a la espera de que se examine el fondo del caso.
El Gobierno francés, que dijo que iba a responder a la ONU, entiende que se ha agotado el recorrido jurídico del caso, después de que el Consejo de Estado -máxima instancia de la justicia administrativa- autorizase en abril a detener el tratamiento y de que el Tribuna Europeo de Derechos Humanos lo avalase.
Para los abogados, «no hay ninguna urgencia médica para interrumpir la alimentación y la hidratación de Lambert, y nada justifica una violación tan desvergonzada del derecho internacional y de las medidas provisionales reclamadas por la ONU». Este caso se ha convertido en Francia en modelo del debate sobre los tratamientos de final de vida y la muerte digna. En la propia familia del paciente hay partidarios (los padres, la hermana y un hermanastro) y opositores (la esposa, cinco hermanos y hermanas y un sobrino) de mantenerle vivo de forma artificial.
Lambert, de 42 años y enfermero psiquiátrico de profesión, sufrió un accidente de tráfico en 2008.
El traumatismo craneoencefálico le dejó tetrapléjico y absolutamente dependiente. En 2011, los médicos descartaron toda posibilidad de mejora y en 2014 su estado fue calificado de vegetativo.
Sus padres, de profundas creencias religiosas, siempre han defendido su derecho a la vida y consideran que desconectarle supondría un trato inhumano o degradante, por lo que en los últimos años han agotado los recursos judiciales posibles.
1 comentario
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Ese hombre murió en aquel accidente de 2008, hasta hoy la familia que quiere conservarlo "en vida" no es más que gente egoísta que no está preparada para dejarle ir ya que prefieren tenerle así que acabar con lo que está más que ido, una lástima son casos muy delicados que no se lo deseo a nadie pero hay que aprender a dejar ir también.