El rey Felipe, durante su visita a Paiporta este domingo. | Ana Escobar

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Los reyes acudirán próximamente a Chiva (Valencia), una de las localidades más afectadas por la DANA cuya visita fue suspendida tras los incidentes vividos en Paiporta este domingo, sucesos que se han apoderado de la agenda política y han abierto un debate sobre la imagen de las instituciones y los políticos. La condena de la violencia y la comprensión del enfado de los ciudadanos, la conveniencia de la visita de los reyes, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la respuesta de Felipe VI y doña Letizia a la indignación de los ciudadanos han centrado las declaraciones de los políticos en esta jornada.

Al día siguiente de los incidentes, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en una declaración institucional sin preguntas que ha realizado este lunes, ha condenado la violencia registrada el domingo en Paiporta y ha destacado la necesidad de que los políticos respondan a la impotencia y el cansancio de los ciudadanos de pedir una ayuda que no llega, en una situación en la que los reyes sí han estado a la altura de las circunstancias, ha dicho.

En un análisis de lo ocurrido en la localidad valenciana, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha apuntado a un grupo «marginal» de violentos que se organizó para provocar los altercados durante la visita a Paiporta donde los reyes, Sánchez y Mazón fueron increpados y recibieron lanzamiento de objetos. No ha querido pronunciarse sobre si era o no el momento más adecuado para que los reyes acudieran a la zona cero de la tragedia, pues es «obvio», ha dicho, que su objetivo era manifestar su solidaridad a la ciudadanía y, en el caso del presidente del Gobierno, ha indicado que su equipo de seguridad decidió evacuarle por «razones obvias de seguridad: Había un riesgo evidente y ya había recibido un golpe».

El PSOE, tras la reunión de su Comisión Ejecutiva Federal, ha asegurado que seguirá trabajando sin descanso «por mucho que algunos movimientos ultras, como hacen siempre, traten de azuzar y alentar comportamientos violentos aprovechándose del dolor y la desesperación de las personas afectadas» y ha manifestado que «no es momento para las discrepancias» y que «ya habrá tiempo para depurar responsabilidades».