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Un día después de que el Banco Central Europeo (BCE) diera a conocer su "no oposición" a la oferta pública de adquisición (opa) de acciones lanzada por BBVA sobre le Banco Sabadell, la entidad presidida por Josep Oliu recuerda a sus inversores que la operación aún necesita el visto bueno de los reguladores españoles para seguir adelante.

En una carta firmada por el presidente del banco la entidad matiza que "previsiblemente" será el Gobierno el que "tendrá la palabra" y que los accionistas de Sabadell serán los que decidirán en última instancia el futuro de la opa hostil. Oliu ha apuntado también que BBVA debe aportar información "completa" antes de que su consejo de administración emita su valoración de la oferta

El texto hace referencia al visto bueno del BCE sobre la operación, después de que la institución supranacional afirmarse no tener objeciones a una potencial fusión de las dos entidades bancarias. La 'luz verde' del organismo comunitario se suma a la del regulador de Reino Unido (PRA, por sus siglas en inglés), que avaló la operación tres días antes.

Como era de esperar, prosigue, no muestran objeción dado que su análisis se centra en la solvencia de BBVA y de la operación propuesta, "que está facilitada por la ampliación de capital que suscribirían los accionistas de Banco Sabadell", en caso de aceptar el canje de títulos.

Sin embargo, ahora es el momento de que realicen sus análisis los reguladores españoles, es decir, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Estos, recalca Oliu, tomarán sus decisiones basándose en cómo afectaría esta operación a los accionistas del Sabadell, a la competencia del sistema financiero español, a los clientes de la entidad y, especialmente, a la financiación a las pymes españolas.

A continuación, será "previsiblemente" el Gobierno español el que tendrá la palabra, vaticina, y añade que el Ejecutivo ya anunció en su momento que se oponía a la operación por el impacto negativo que tendría sobre la competencia, la estabilidad financiera y la inclusión territorial en España.

En cualquier caso, finalmente, serán los accionistas de la entidad catalana los que decidan si esta opa "sale adelante o no".

Información clara y que incluya una posible no fusión

Con anterioridad a la comunicación de la opa, el consejo del Sabadell rechazó una propuesta unilateral de fusión recibida de BBVA en las mismas condiciones económicas que se establecieron después, al considerar que "infravaloraba significativamente" su proyecto y sus perspectivas de crecimiento como banco independiente. "La entidad tiene un futuro brillante, con más valor por crear a medida que sigue ejecutando su estrategia", defiende Oliu.

En sus líneas, insiste en que la opa se trata de un proceso "largo y complejo", en el que los titulares de acciones de su entidad "no tienen ahora que tomar ninguna decisión" sino que tendrán la oportunidad de hacerlo cuando se abra el plazo de aceptación, lo que se espera para finales de 2024, o incluso en 2025. En ese momento, el consejo del Sabadell emitirá un informe en el que valorará la oferta.

"Esperamos que para entonces BBVA haya divulgado información clara, transparente y completa sobre todos los aspectos de la oferta que puedan afectar a su valor (incluidos los impactos financieros en un escenario de no fusión) y les haya proporcionado a ustedes detalles suficientes para tomar una decisión informada" apunta.

El pasado 9 de mayo, el BBVA lanzó una opa sobre el Sabadell con el objetivo de hacerse con su control e integrarlo en su grupo. Para ello solicitó, en primer lugar, el beneplácito de la CNMV y el BCE a la opa, así como la autorización de la CNMC a la fusión de las dos entidades, por el impacto que tendría en la competencia.

En cuanto el BCE y también la CNMV den luz verde a la operación, el BBVA podría lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell, a los que propone canjearles 4,83 títulos de la entidad catalana por uno nuevo suyo, unos términos cuyo atractivo ha defendido en todo momento.

El pasado 2 de agosto, el BBVA informó al supervisor bursátil de Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), de que contempla la posibilidad de retirar la oferta si la CNMC no se pronuncia a tiempo o deja de interesarle por las condiciones impuestas.