Imagen de archivo del líder de Vox en el Congreso. | Efe

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El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha avanzado este lunes nuevos cambios en el partido tras el relevo de Javier Ortega Smith de la secretaría general, pero ha negado una crisis interna como consecuencia de la salida de Macarena Olona de la formación. Abascal ha hecho estas afirmaciones en una entrevista en Telecinco en la que ha recalcado que «Vox no es un partido en crisis» y ha declinado comentar lo que pasó con Olona argumentado que «a lo que no tiene explicaciones políticas ni razones políticas no puedo dar una valoración política».

Pero sí que le ha lanzado un mensaje al ser preguntado por la intención de la que fuera candidata de Vox a la Presidencia de la Junta de Andalucía de crear un nuevo partido. «Cualquier español tiene derecho a montar una alternativa política y yo animo a todos aquellos que tengan ideas distintas de las que hay en el panorama político a que la hagan, pero para formar un alternativa política hay que tener un programa diferenciado de otros partidos», ha subrayado. Sobre la salida de Ortega Smith, ha dicho que ha estado motivada por la labor «extraordinaria» que ha hecho «si ningún medio» durante los últimos siete años «por toda España dejándose la piel».

«Hacía falta un relevo, pero, sobre todo, Madrid es muy importante y la traición de Almeida a los madrileños con Madrid Central necesita alguien que la combata a tiempo completo», ha dicho sobre Ortega Smith, que repetirá en mayo como candidato a la Alcaldía de la capital. Por otra parte, ha recalcado que Vox «no es un partido que representa ideas extremas» ni se ha radicalizado por el apoyo que recibe de formaciones de extrema derecha de otros países europeos.

«Estamos conectados y relacionados con las nuevas corrientes que están triunfando en la mayor parte de los pueblos de Europa», ha incidido. Abascal ha definido además a Vox como un partido «legalista» y, de ahí, su idea de convocar consultas populares sobre diversos asuntos políticos de acuerdo al artículo 92 de la Constitución. Ha asegurado que no quieren un referéndum para cambiar la Constitución, sino que los ciudadanos opinen sobre cuestiones que les afectan y sobre las que hasta ahora han decidido los partidos políticos convirtiendo el Parlamento en una «partitocracia». Preguntado por el programa «Yo salí de Vox», emitido anoche por La Sexta, ha hablado de difamaciones y ha advertido de que habrá «consecuencias».