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Juan Manuel Fernández Iglesias es un sacerdote gallego que cubre los municipios de Cerdedo-Cotobade, Ponte Caldelas y A Lama y que se encuentra ingresado en la UCI tras haber contraído el coronavirus. Hasta aquí podría ser una historia normal dentro de la pandemia que se vive, pero es que Fernández tiene la particularidad de que es un cura negacionista que, a sus 52 años, estaba sin vacunar porque consideraba que la crisis sanitaria actual es «un montaje». Es, asimismo, profesor de Religión.

Tal como cuenta La Voz de Galicia, al principio de la pandemia el sacerdote cumplía con todas las normas y marcaba las restricciones necesarias en las parroquias para evitar los contagios, pero a medida que ha ido pasado el tiempo empezó a renegar de la misma, lo que le llevó a no vacunarse cuando le llegó el turno. «Se había empapado de mucha información sobre el virus», explicaron los vecinos. Ahora es uno de los afectados por la virulenta subida de casos en toda España que afecta también de forma muy dura a Galicia.

El presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo ha advertido que, aunque la situación está bajo control en los hospitales gallegos por el momento, la incidencia y la tasa de positividad son «muy altas», por lo que, si se mantiene a lo largo de varios días el incremento de contagios, esto podría cambiar. También ha reflexionado sobre el impacto que tiene sobre la economía cada contagio de covid-19 y su correspondiente cuarentena.

Con estas premisas, ha insistido en que los expertos clínicos que asesoran a la Xunta verán esta tarde «si es lógico» reducir las interacciones de cara a fin de año, en un contexto marcado también por la explosión de la variante Ómicron.

«Hasta hoy no habíamos impuesto ninguna restricción en hostelería ni en ningún otro sector. Vamos a ver si podemos disminuir la interacción social sin producir efectos muy nocivos en el sector servicios y en la hostelería», ha concluido.