El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, durante su comparecencia. | Efe

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha destacado este jueves que con la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos «España cumple consigo misma».

En una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, Sánchez ha subrayado que se pone fin a una «afrenta moral» como era, a su juicio, el enaltecimiento del dictador en un lugar público.

También ha considerado que se da «un paso más en la reconciliación» y la democracia española «se prestigia a los ojos del mundo», al atender a una recomendación respaldada entre otros organismos por Naciones Unidas. Aunque ha admitido que «caben todas las opiniones sobre el momento» en que se ha llevado a cabo la exhumación -en plena precampaña electoral-, Sánchez ha señalado que «cada cual tiene su criterio» y ha recordado que el Gobierno prometió que lo haría «en el mismo momento en que fuera posible». «Y este es el momento. Y así se ha hecho. Ni un día antes ni un día después», ha añadido.

En esta declaración sin preguntas, Sánchez ha puesto en valor que la exhumación ha sido avalada por los tres poderes del Estado. Ha recordado así que responde a un mandato del Congreso, que la apoyó sin ningún voto en contra -con las abstenciones de PP y ERC- instando al Gobierno a poner fin a esta «anomalía» democrática, a un compromiso del propio Ejecutivo y a un fallo del Tribunal Supremo que respaldó este procedimiento dotado con «las máximas garantías». «Así funciona un Estado Democrático de Derecho», ha sentenciado Sánchez, quien ha recordado que «costó mucho» deshacerse del «régimen represor» y casi ha llevado «el mismo tiempo apartar los restos de su artífice del homenaje público».

El presidente en funciones ha recordado que el mausoleo del Valle de los Caídos fue levantado con el «sacrificio de millares de presos políticos» de la dictadura y en él están enterrados casi 34.000 españoles víctimas de la guerra civil, más de un tercio de los cuales permanecen sin identificar. Todo eso supone, ha dicho, «una infamia que más pronto que tarde deberá también ser reparada», como lo son también las miles de fosas dispersas por el país, una «aberración» que también se tiene que afrontar «con decisión». «Por justicia y por dignidad. Pero, sobre todo, por pura humanidad», ha apostillado Sánchez, para quien «la España de hoy tiene una deuda con esas familias».

Pedro Sánchez y la exhumación de Franco

También ha hablado de la deuda que el país tiene con los que se vieron forzados al exilio, los que lucharon en la Segunda Guerra Mundial combatiendo el fascismo en Europa, los que murieron en campos de exterminio mientras su gobierno «les daba la espalda y les consideraba apátridas» y los que fueron durante décadas «perseguidos y humillados por sus ideas». «La España actual es fruto del perdón, pero no puede ser producto del olvido», ha señalado Sánchez, quien ha contrapuesto la libertad, la diversidad cultural o territorial y el europeísmo de la democracia con el aislamiento y la represión de la dictadura.

El jefe del Ejecutivo en funciones ha insistido, en suma, en que la exhumación era un «deber» de las generaciones que como la suya no han crecido «bajo el trauma de la guerra civil y el franquismo» y un tributo para las anteriores, tanto la de quienes se enfrentaron primero a la contienda como la de quienes se reconciliaron en la transición. Para Sánchez, cuando el Valle de los Caídos vuelva a abrir será un lugar distinto, porque «desde hoy quienes yacen son ya todos víctimas y sólo víctimas» y simbolizará también algo diferente, «el recuerdo de un dolor que no debe volver a repetirse jamás y un homenaje a todas las víctimas del odio».