Morenés no aclara qué hizo para defender a la capitán Zaida Cantera

La situación de Cantera ha sido llevada de nuevo al Congreso de los Diputados de la mano de quien lo hiciera ya en su día, la diputada de UPyD, Irene Lozano. Mientras, la militar asistía al debate desde la tribuna.

Lozano llegó a pedir la dimisión del ministro, en caso que éste no diera una explicación coherente sobre el ascenso del supuesto responsable de urdir un complot que pretendía llevar a Zaida a la cárcel.

En su breve respuesta, leída de un papel, Morenés ha afirmado que su ministerio "mantiene una política de tolerancia cero frente a las situaciones de acoso sexual y la discriminación por razón de sexo", y además ha ensalzado como principio fundamental "la igualdad de hombres y mujeres".

Ha añadido que han actuado "en tres planos: la institucionalización y la atención por medio de la secretaría permanente de Igualdad y el Observatorio Militar de Igualdad, la formación transversal en todos los planes de estudio, y reforzando la protección, tanto en la nueva Ley de Régimen Disciplinario, como incluyendo los tipos de acoso sexual y los atentados contra la libertad sexual en el proyecto de código penal militar" en tramitación.

«Dimita, señor ministro»

La réplica ciertamente técnica y poco explícita ha encendido aún más los ánimos de la bancada de la oposición, y Lozano ha echado en cara al ministro que con ello no hace más que "añadir mentira a la ignominia que sufrió Zaida Cantera, mentiras que son más bochornosas y más indignantes. Dimita señor ministro, es lo único digno que puede hacer", ha solicitado, antes de asegurar que "en el Ejército hay muchas Zaidas, mujeres y también hombres que sufren acoso, lesión y violación, y algo así no puede repetirse", ha precisado.

Por su parte, Morenés cree que todo es parte de un "circo mediático", y ha rechazado que el grupo magenta no haya apoyado en el hemiciclo proyectos de ley que precisamente quieren reforzar la igualdad.

Finalmente, ha destacado que tanto el ministerio como las Fuerzas Armadas son un "ejemplo" en la OTAN y en otras organizaciones internacionales, y por ello son llamados a "impartir numerosos cursos de género".