Encuentro de Putin con uno de sus ministros en Moscú. | Reuters - Maxim Shemetov

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, tachó este viernes de «robo» la congelación de activos rusos en Occidente y advirtió de que esta acción no quedará impune, después de que el G7 acordara el jueves la concesión de un préstamo a Ucrania a partir de los intereses generados por dichos fondos.

Asimismo, el presidente ruso ha asegurado que ordenará un inmediato alto el fuego tan pronto como Ucrania retire sus tropas de las cuatro regiones anexionadas por Moscú en el este y sur del país, y renuncie a sus planes de ingresar en la OTAN. «Tan pronto como Kiev anuncie que está dispuesto a esta decisión e inicie una retirada real de las tropas de esas regiones y también comunique oficialmente su renuncia a los planes a ingresar en la OTAN, se impartirá inmediatamente de nuestra parte la orden de cesar el fuego y comenzar negociaciones», dijo Putin al dirigirse a la plana mayor del Ministerio de Exteriores, intervención transmitida en directo por la televisión.

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En diversas ocasiones el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha rechazado ceder una parte del territorio como condición previa a unas eventuales negociaciones de paz. Este mismo viernes el consejero de la oficina presidencial ucraniana Mijailo Podoliak ha desechado la oferta hecha pública por Putin. No es una «propuesta de paz» sino «el paquete estándar (de exigencias) del agresor», subrayó. «No hay nuevas propuestas de paz por parte de Rusia. La entidad Putin ha formulado simplemente el 'paquete estándar del agresor' que ya hemos escuchado muchas veces», dijo Podoliak en su cuenta de la red social X.

Precisamente el presidente ucraniano coincidirá con Pedro Sánchez, quien participará este fin de semana en la cumbre internacional sobre Ucrania que albergará Suiza, a la que asisten varias decenas de líderes de todo el mundo y que afronta como un primer paso para intentar lograr la paz.

A ese paso, según fuentes del Gobierno español, deberían seguir otros en los que tendrían que participar todos los países implicados, incluido Rusia (que no asiste a la cita suiza) cuando llegue el momento. Pero recalcan que esta cumbre no aspira a abrir negociaciones entre las partes, sino sentar las bases para que éstas sean posibles en el futuro y crear un consenso lo más amplio posible. Sánchez ya comunicó semanas atrás telefónicamente al presidente de Ucrania que acudiría a esta conferencia que se celebrará entre fuertes medidas de seguridad en un complejo hotelero en la ciudad suiza de Bürgenstock, cercana a Lucerna. A ella asistirán delegaciones de unos noventa países, medio centenar de ellas encabezadas por sus respectivos jefes de Estado o de Gobierno.