Familiares de un palestino lloran sobre su cuerpo en el Hospital Rafedya en la ciudad cisjordana de Nablús. | Reuters - ALAA BADARNEH

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«Estamos preparados para una acción muy fuerte en el norte», aseguró este miércoles el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una vista a las tropas apostadas en la frontera con Líbano después de varios días de intenso intercambio de fuego con Hizbulá.

El primer ministro israelí convocó la pasada noche al gabinete de guerra para evaluar los últimos acontecimientos en la frontera norte con el Líbano, donde el impacto de un cohete de Hizbulá desencadenó al menos un incendio todavía activo. En la reunión participarán vía videoconferencia el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los jefes de otras instituciones de defensa del país, según un comunicado de la Oficina del primer ministro.

Por otra parte, el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, se atrevió incluso a poner fecha al fin de las hostilidades en la frontera norte, y dijo que deberán resolverse al comienzo del próximo año escolar en septiembre, «ya sea mediante un acuerdo (diplomático) o una escalada (militar)».

A su vez, un individuo disparó este miércoles armas ligeras contra la Embajada de Estados Unidos a las afueras de Beirut y resultó herido por la intervención de las fuerzas de seguridad libanesas, sin que se registraran más víctimas a causa del incidente, según un comunicado del Ejército libanés. «La embajada de Estados Unidos en el Líbano, en el área de Awkar, recibió disparos de una persona de nacionalidad siria. Soldados del Ejército desplegados en el área respondieron a la fuente de los disparos, por lo que el autor resultó herido», señaló el comunicado.

El atacante fue arrestado in situ y trasladado a un hospital para recibir tratamiento médico, añadió la nota castrense. Por su parte, la legación diplomática estadounidense confirmó en su cuenta de X que sobre las 8.30 hora local (6.30 GMT) se detectaron «disparos de armas ligeras en las inmediaciones de la entrada» a sus instalaciones. Asimismo, aseguró que tanto el complejo de la Embajada como su personal están «a salvo» gracias a la «rápida reacción» del Ejército libanés, la Policía y el equipo de seguridad de la legación, al tiempo que anunció el inicio de una investigación para esclarecer los detalles del suceso.

Este es el segundo incidente de este tipo ocurrido desde el pasado septiembre, cuando otras personas dispararon también armas ligeras en las inmediaciones de las instalaciones estadounidenses, sin que se registrasen víctimas. Aquel tiroteo se produjo el mismo día en que se conmemoraba el aniversario de un ataque con coche bomba perpetrado contra la misión diplomática estadounidense en septiembre de 1984, y que causó once muertos y 58 heridos. Washington está construyendo en la actualidad un gran recinto para ampliar la extensión de su Embajada, un fortificado complejo de tales dimensiones que ha levantado la polémica en el pequeño país, de apenas 10.000 kilómetros cuadrados, y preguntas sobre las motivaciones detrás del despliegue.