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Una visible cicatriz en el cuello del presidente ruso, Vladímir Putin, ha vuelto a desatar los rumores sobre su estados de salud, que apuntan ahora a un posible cáncer de tiroides. Además, el mandatario está constantemente acompañado de Yevgeny Selivanov, un cirujano del Hospital Clínico Central de Moscú especializado en esta enfermedad.

La marca fue detectada el pasado fin de semana mientras el líder del Kremlin sostenía una vela en un servicio religioso por la Pascua ortodoxa en la catedral de Moscú, de acuerdo con el diario británico Mirror. Esta cicatriz ha llevado a la opinión pública a replantearse si la información revelada el año pasado por el medio de comunicación Proekt sobre un cáncer de tiroides de Putin era verdad.

Ha sido una investigación llevada a cabo por este medio independiente la que ha constatado que el líder ruso va siempre acompañado por el cirujano oncológico.

Las fotografías que han desatado la polémica fueron publicadas por el Kremlin y la cicatriz no siempre es visible. En aquellas en las que se aprecia, se distingue una línea diagonal ascendente de izquierda a derecha en su cuello.

El medio de comunicación ucraniano Unian ha afirmado a través de su canal de Telegram que la cicatriz tiene la forma de una letra 'Z', el símbolo de guerra utilizado por las fuerzas invasoras de Putin.

Esta cicatriz o una similar fue advertida hace más de dos años, en diciembre de 2020, cuando el medio ruso Sobesednik señaló una marca distintiva en el cuello de Putin, de acuerdo con el periódico Mirror. En aquel momento, el cirujano plástico Amjad Al-Yousef comentó: "En teoría, después de la intubación puede quedar una marca así, pero esto es solo en teoría".

Sin embargo, no hay pruebas de que se haya sometido a una intervención quirúrgica para extirpar la glándula tiroides, que podría implicar una incisión de unos centímetros de largo en la parte frontal del cuello.