La primera ministra, Elisabeth Borne, ha destacado en Twitter que, ahora que se ha confirmado que «la reforma es conforme a la Constitución», se llega «al final del proceso democrático». «Esta tarde, no hay ni vencedores ni vencidos», ha dicho Borne, consciente de las críticas generadas por una medida que ella misma ha tenido que defender en la Asamblea Nacional. Borne ha destacado, además, que «cuatro de cada diez trabajadores podrán jubilarse antes de la edad legal», en virtud de unas disposiciones que teóricamente tienen en cuenta las «carreras largas».
El excandidato presidencial Jean-Luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), ha lamentado en cambio el dictamen del Consejo, al que considera «más preocupado por las necesidades de la monarquía presidencial que por las del pueblo soberano». «La lucha continúa», ha proclamado. Por su parte, la ultraderechista Marine Le Pen ha advertido de que, aunque se haya podido dar carpetazo a la «secuencia institucional», considera que «la suerte política» de la reforma aún no está echada, ya que «el pueblo tiene la última palabra».
A él «le corresponde preparar la alternancia» que podrá revisar «esta reforma inútil e injusta», ha añadido. Más conciliador se ha mostrado el presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, que ha instado a todos los partidos a «aceptar» la sentencia y guardar «respeto» a las instituciones. Coincide con el Gobierno en que es una reforma «imprescindible», al margen de los «errores de método» que hayan podido cometerse durante el proceso.
Protestas masivas
Francia vivió el jueves la duodécima jornada de protestas y huelgas contra esta reforma, en la que cientos de miles de personas volvieron a salir a las calles de las principales ciudades. Las movilizaciones se remontan a enero y los sindicatos ya habían advertido de que seguirán con ellas si no hay cambios en algunos de los pilares de la ley, como por ejemplo el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años. El Elíseo ha convocado a los sindicatos para el próximo martes, para una reunión con Macron que quieren celebrar independientemente de la decisión adoptada por el Consejo Constitucional.
Ya hubo un primer encuentro con la primera ministra que concluyó sin avances. Macron aún no ha promulgado la ley, ya que desde un primer momento prometió que esperaría a la decisión del Consejo Constitucional, pero desde el Elíseo ya habían apuntado que, una vez conseguido el visto bueno en el terreno judicial, estamparía su firma «en los próximos días», según fuentes citadas por la cadena BFMTV.
1 comentario
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El problema no es la edad de jubilación en Francia, el gran problema y por el cual el pueblo francés no dejara de salir a la calle, porque tienen cultura política, sean de izquierdas o de derechas, es que para cobrar la pensión que les correspondería necesitan haber cotizado ¡¡43 AÑOS!!, algo imposible con los que se jubilan ¡¡Y mucho más con las generaciones posteriores!! con lo cual Macrón el antes socialista, después de derechas y ahora de ultraderechas, lo ha hecho para que cuando se jubilen si no tienen un seguro de jubilación tendrán que comerse las piedras, mientras los fondos buitre, se frotan las manos. Pero Francia no es España, pues aunque no salgan en los medios, se están produciendo manifestaciones diarias y no cejarán hasta lograr que se erradique esa lacra ¡¡Va en ello el futuro de sus hijos!!