Servicios de rescate en una zona afectada por las intensas lluvias en el país asiático.

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Las autoridades del Gobierno de Indonesia han explicado este martes que la operación llevada a cabo para intentar modificar el clima lanzando 26.000 kilos de sal a las nubes para provocar las lluvias en regiones menos pobladas antes de que cayeran en Yakarta ha resultado «exitosa».

Las inundaciones y los deslizamientos de tierra tras las violentas lluvias que cayeron durante Año Nuevo y los siguientes días en Yakarta y ciudades de alrededor han provocado la muerte de al menos 67 personas y el desplazamiento forzoso de más de 36.000, según fuentes oficiales.

Las autoridades han disparando a través de bengalas 26.000 kilos sal a las nubes que sobrevolaban el pasado viernes el estrecho de Sonda, en el oeste del país, para inducir las precipitaciones sobre las aguas que bañaban la isla de Java.

«Logramos provocar las lluvias en esas áreas, lo que resultó en una reducción de las precipitaciones en el área metropolitana de Yakarta en términos de duración e intensidad», ha detallado el jefe de la Agencia de Aplicación y Evaluación de Tecnología (BPPT), Hammam Riza.

«Todavía se están formando nubes y aún se esperan lluvias en el área metropolitana de Yakarta, pero la intensidad es demasiado baja para causar inundaciones», ha subrayado Hammam.

Las autoridades meteorológicas de Indonesia han asegurado que estas lluvias han sido las más violentas desde 1866, y cuya virulencia se explica a causa de varios factores, entre ellos la llegada del monzón y las altas temperaturas que venían con los vientos procedentes del océano Índico y del sur de la isla de Java.