Un agente de olicía en las inmediaciones del ataque. | BAZ RATNER

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Al menos cuatro personas murieron y seis resultaron heridas, una de ellas en estado crítico, en un atentado perpetrado este miércoles por dos palestinos en un popular centro comercial de Tel Aviv, situado frente al Ministerio de Defensa y el Estado mayor del Ejército.

Los hechos ocurrieron a las 21.30 hora local (18.30 GMT) en el conocido como «Sarona Market», un centro de entretenimiento con decenas de restaurantes y tiendas situado justo frente a la principal base militar de Israel.

Según la investigación preliminar de la Policía, los dos atacantes, que son primos y procedentes del distrito cisjordano de Hebrón, llegaron al lugar y se tomaron algo en el conocido restaurante Max Brener.

«Se comportaron como dos clientes normales», dijo el director del restaurante al servicio de noticias Ynet.

Minutos después, sacaron su armas automáticas de un bolso, hicieron varios disparos e intentaron entrar en la zona cerrada.

Viéndose bloqueados por los vigilantes del centro, siguieron el tiroteo en el exterior hasta terminar los cargadores, dándose a la fuga inmediatamente entre las víctimas que huían.

«Estaba a un metro del terrorista, celebrando el cumpleaños de mi hijo y echamos a correr con el carrito, estaba lleno el lugar», declaró al Canal 10 de la televisión Meital Sasi, testigo de los hechos.

Las cámaras de seguridad de uno de los restaurantes atacados captaron la despavorida huida de familias con niños del lugar de los hechos, mientras dos palestinos elegantemente trajeados efectúan disparos contra los clientes y, al quedarse sin munición, apuñalan aparentemente a uno de los heridos.

El parte médico actualizado de la Estrella Roja de David, equivalente en Israel a la Cruz Roja, habla de cuatro personas muertas, seis heridos, uno de ellos en estado crítico, y siete más atendidos por encontrarse en estado de shock.

Ante las advertencias de testigos, la policía redujo a uno de los palestinos en el propio centro y al segundo a cerca de un kilómetro de los hechos, donde fue abatido por un agente que estaba de paisano.

Este segundo atacante resultó herido de bala y ha ingresado en el hospital Ijilov de Tel Aviv, donde era operado.

La policía ha descartado la posibilidad de un tercer atacante, según indicaban las primeras informaciones, mientras que el Canal 10 agregó que no se les conoce militancia alguna.

Tras el atentado, decenas de palestinos en la ciudad cisjordana de Hebrón comenzaron a festejar el ataque, hacer disparos al aire y lanzar fuegos artificiales, informaron fuentes locales.

Desde Gaza y Cisjordania, tanto el movimiento islamista Hamás como el nacionalista Al Fatah, que preside Mahmud Abás, se han felicitado por el ataque pero sin asumir su autoría, según el Canal 10.

También en la emblemática puerta de Damasco, en Jerusalén este, se han registrado esta noche celebraciones por el suceso, que coincide con el tercer día del mes sagrado de Ramadán.

El de esta noche es el peor ataque de la ola de violencia que sacude la región desde octubre, en la que han muerto 211 palestinos -en su mayoría ataques o presuntos atacantes-, 30 israelíes y 3 extranjeros, sin incluir las víctimas de hoy.

El primer ministro israelí, Benajamín Netanyahu, regresó esta noche de Rusia, donde se encontraba desde el lunes para conmemorar el 25 aniversario del restablecimiento de las relaciones bilaterales, y a su llegada convocó a los altos mandos a una reunión de emergencia en el Ministerio de Defensa.

Mañana hay convocada otra reunión con los miembros del gabinete de ministros para asuntos de seguridad, con el fin de hacer una evaluación de la situación.

El pasado fin de semana, el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, había ordenado aliviar los controles militares en Cisjordania para permitir con más fluidez el paso de palestinos durante el mes de Ramadán, y había autorizado su paso por territorio israelí para encontrarse con sus familias en Gaza o Cisjordania, previa autorización de los servicios de seguridad.

Según el Canal 10, los dos atacantes, procedentes de la aldea de Yata, no contaban con ninguna autorización para estar en Israel.

El Ejército israelí ha rodeado la citada aldea palestina para realizar una redada en la casa de los atacantes e interrogar a sus familias sobre la posible implicación de terceros.